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El Santander compensará a sus clientes particulares que invirtieron en Madoff

- Los inversores recuperarán la cantidad inicial que colocaron en el fondo - El banco ofrece títulos por 1.380 millones, pero asume un coste de sólo 500

Íñigo de Barrón

Emilio Botín, presidente del Banco Santander, ha decidido asumir parte de las pérdidas que la estafa de Madoff ha causado a sus clientes particulares de España y América Latina "con el fin de mantener la relación de negocio con ellos", según el banco. El Santander devolverá la cantidad inicial que se invirtió en los fondos de Madoff, sin tener en cuenta la revalorización obtenida hasta el derrumbe de la pirámide. Los clientes que se acojan a la oferta deben renunciar a emprender acciones legales contra la entidad.

El Santander se convirtió ayer en la primera entidad del mundo que ofrece compensar a sus clientes particulares víctimas de la mayor estafa financiera de la historia cifrada en 50.000 millones de dólares (unos 38.000 millones de euros al cambio actual). También era la entidad más afectada. El banco, además, ha ideado una fórmula que minimiza las pérdidas para la entidad. El coste para el Santander será de sólo 500 millones brutos, pese a que ofrece a sus clientes de banca privada títulos por un valor nominal de 1.380 millones de euros, según explicó ayer en un comunicado.

Los afectados deberán renunciar a acciones legales contra el banco
La entidad no cubre las pérdidas de los clientes institucionales
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El banco no compensará a los clientes institucionales ni se hará cargo de las ganancias que -sólo sobre el papel- habían amasado sus clientes con las inversiones en Madoff. La entidad considera que los grandes inversores (fondos de inversión, fondos de pensiones y compañías de seguros), eran conscientes de los riesgos que asumían con la colocación del dinero en un hedge funds como el de Madoff.

Indirectamente, esta distinción supone reconocer que los pequeños clientes no eran los más adecuados para inversiones tan arriesgadas. No obstante, la entidad dice en el comunicado que "ha actuado en todo momento con la diligencia debida en la gestión de las inversiones de sus clientes". "La venta de estos productos ha sido siempre transparente y ajustada a la normativa aplicable y a los procedimientos establecidos", añade.

Esta medida es una manera de recuperar el prestigio dañado por esta estafa. El mensaje que se envía al mercado es que el Santander cubre a los clientes en "circunstancias excepcionales", como son éstas. De alguna manera, sigue el camino que marcó en Banif, la filial de banca privada del Santander, en el caso de la quiebra del gigante americano Lehman, cuando también se compensó a los clientes.

La devolución de la inversión supone un cambio estratégico en el Santander. Cuando se conoció la implicación del banco en la pirámide, en diciembre pasado, la entidad aseguró que era una estafa, y que la entidad no se hacía cargo de las estafas a terceros.

La solución de la entidad cántabra consiste en una sustitución de activos. Los clientes de banca privada canjearán sus inversiones en Optimal Strategic por participaciones preferentes perpetuas (una especie de bonos) a emitir por el Santander por el citado importe de 1.380 millones. Cada año, recibirán una rentabilidad del 2%. Dentro de diez años, está previsto que el banco recompre las participaciones al precio que las entregó. El Santander no ha pedido al Banco de España que la emisión de preferentes incremente los recursos propios.

Los clientes, por tanto, recuperarán su dinero inicial, pero deberán permanecer con la inversión hasta 2019. También tienen la opción de vender las participaciones en el mercado, pero en ese caso pueden asumir fuertes pérdidas por el descuento con que cotizan estos títulos.

Para el Santander, el coste de la operación, antes de impuestos, es de 500 millones, que ha sido íntegramente provisionado con cargo a las cuentas de 2008. La gran diferencia entre el valor de la emisión, 1.380 millones y las pérdidas, se debe a que el valor actual de las participaciones preferentes a precios de mercado supone un descuento de alrededor del 60%. El banco reconoció en su día que sus clientes tenían una exposición a Madoff de 2.330 millones. La diferencia con los 1.380 corresponde a la revalorización y a los clientes institucionales. En su día, el banco cifró el riesgo de sus clientes de banca privada españoles en 320 millones (revalorización incluida).

La solución se empezó a ofrecer hace unos días a clientes de banca privada en Latinoamérica, aunque finalmente su anuncio oficial ha coincidido con la presentación de una demanda colectiva en Estados Unidos por parte de dos clientes de Optimal (una empresa chilena y un particular argentino) afectados por la estafa de Madoff. La demanda iba dirigida no sólo contra el Santander sino también contra el banco custodio de los fondos de Optimal (HSBC) y contra los auditores (PricewaterhouseCoopers).

Javier Cremades, presidente del despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo y cofirmante de la demanda, afirmó "que las cosas van por buen camino, pero falta ver en qué condiciones se produce el pago y cuándo se va a efectuar".

El Santander recuerda que Madoff Securities es un bróker dealer autorizado, registrado y supervisado por la SEC. "Como la propia SEC ha declarado, Madoff fue regularmente inspeccionada por dicho supervisor durante los últimos años, sin que en ningún momento su reputación y solvencia fuera cuestionada".Por otro lado, la gestora de hedge funds Optimal, ha iniciado la liquidación ordenada de siete de sus fondos afectados por Madoff, que gestionan entre 3.000 y 4.000 millones.

Bernard Madoff, el 14 de enero pasado, cuando fue a declarar ante el juez en Nueva York.
Bernard Madoff, el 14 de enero pasado, cuando fue a declarar ante el juez en Nueva York.AFP

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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