Los Presupuestos de 2009 vuelven al déficit pese al esfuerzo de austeridad
Solbes avisa de que el gasto bajará prácticamente en todos los ministerios
Presentar unos Presupuestos ambiciosos, como los describe el Gobierno, cuando los recursos escasean sólo tiene un secreto: recurrir al déficit, desterrado de las cuentas públicas en los últimos tres años. Los Presupuestos de 2009, aprobados ayer por el Consejo de Ministros, nacen ya con un desequilibrio equivalente al 1,5% del producto interior bruto (PIB). Hace sólo dos meses, el Ejecutivo limitaba los números rojos a tres décimas. Ese cambio tan brusco antes siquiera de empezar a ejecutar las cuentas públicas las convierte en menos fiables que otros años, cuando todas las correcciones eran a mejor.
El déficit asoma pese a que el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, ha aplicado la tijera sobre el gasto inicial hasta conseguir "los Presupuestos más austeros que este país ha tenido en muchos años", según explicó ayer en la comparecencia posterior al Consejo. La Administración dispondrá de un 3,3% más de margen para todas las mejoras, un porcentaje que se reduce al 2% si se descuenta la aportación al desempleo. Se trata del menor crecimiento inicial desde las cuentas de 1999. El aumento con desempleo es dos décimas inferior al crecimiento del PIB nominal (con inflación), una medida que demandaba el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, para hacer frente a la crisis.
Infraestructuras, vivienda, I+D y dependencia serán las más favorecidas
El aumento del gasto es el más ajustado desde las cuentas de 1999
Ese porcentaje encierra algunas subidas por encima de la media y bastantes descensos. El Gobierno eligió ayer presentar sólo la parte agradecida, la que pretende cambiar el patrón de crecimiento y proteger a los más débiles. Las infraestructuras, la investigación, la vivienda y la dependencia serán las partidas más favorecidas, aunque en los dos últimos casos se trata de cantidades muy pequeñas. El resto del gasto "baja prácticamente en todos los ministerios", que tendrán que conformarse con menos dinero que este año, avanzó Solbes. El detalle se conocerá el próximo martes, cuando el ministro lleve los Presupuestos al Congreso e inicien la tramitación parlamentaria.
Aunque sobre el papel todo cuadra, las cuentas presentan algunos puntos débiles. En primer lugar, el gasto en desempleo. En principio, el Ejecutivo aporta 2.000 millones de euros para hacerle frente (hasta ahora se sufragaba con el superávit acumulado por el sistema de paro). Pero esa cantidad es sólo una estimación; si el paro supera lo esperado (el 12,5% de la población activa), se tendrán que habilitar más fondos. Sin que haya cambiado la previsión, Solbes ya ha añadido 500 millones más que hace dos meses. El ministro la considera una cifra "prudente".
Otro elemento con un punto de optimismo es la partida de ingresos que sustenta el gasto. Hacienda confía en una mínima subida del 0,8% respecto de la recaudación de 2008. Teniendo en cuenta que en lo que va de ejercicio los ingresos están cayendo un 10%, el augurio para 2009 puede resultar poco realista. Especialmente el del IRPF, que cuenta con una mejora del 6,7% pese a que las cantidades que aportan las rentas del trabajo ya están cayendo este año.
Solbes lo explica del siguiente modo: "El grueso del ajuste se ha producido ya en 2008". Esa convicción se traslada a las cifras. El déficit del 1,5% previsto para 2009 es incluso una décima inferior al que se espera para este año, primero desde 2004 en el que que las cuentas incurrirán en desequilibrios. Muchos analistas vislumbran, en cambio, una cuesta en 2009 más escarpada que la de este año.
Sí resulta moderado el precio del petróleo con el que cuentan los Presupuestos. El Gobierno espera un barril de brent, crudo de referencia europea, a 106,5 dólares, nivel similar al actual.
Con este escenario por delante, Solbes apenas abandonó la seriedad durante toda la comparecencia. Sólo hubo una concesión al humor, al ser preguntado sobre si cuadrar estas cuentas le he costado muchas peleas con los ministros. "No; sólo 16", respondió en referencia al número de miembros del Gobierno.
La lectura más catastrofista de los Presupuestos provino del PP. "Son los del regreso del déficit público y traerán más paro y más crisis", señaló el portavoz económico, Cristóbal Montoro. En el extremo opuesto, Comisiones Obreras pidió unas cuentas más expansivas y UGT valoró que se mantengan el gasto productivo y el social.
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