El Plan Vive se extiende a coches de 10 años

El Gobierno ha hecho un lifting al fracasado Plan Vive para intentar resucitar la venta de automóviles, que encadenan caídas mensuales del 40%. Cien días después de su puesta en marcha y con sólo medio centenar de operaciones registradas, el Consejo de Ministros amplió ayer las condiciones que permiten acogerse al plan. El sector valora la reforma, pero se muestra escéptico con los resultados porque no incluye ayudas directas a los consumidores ni a las financieras de vehículos.

El nuevo Vive presenta tres grandes novedades. La primera es que reduce de 15 a 10 años la antigüedad para poder achatarrar el vehículo y comprar otro. También se aceptan coches sin límite de antigüedad si tiene más de 250.000 kilómetros. Se pasa de cuatro a nueve millones de vehículos potenciales.

El importe máximo es de 30.000 euros, y la cantidad, sin intereses, de 10.000

La segunda es que se aumenta a 30.000 euros (antes 20.000) el importe máximo de la operación y la tercera, la extensión del plan a los vehículos de segunda mano. El plan también amplía de 5.000 a 10.000 euros la cantidad financiada sin interés y el establecimiento de un tipo fijo hasta el 2,5% para el resto del préstamo. No será necesario financiar el importe total del vehículo. El nuevo programa admite financiaciones parciales y la posibilidad de incluir un año de carencia del principal.

De esta forma, para un vehículo de 15.000 euros, el primer año se pagarían los intereses correspondientes a 5.000 euros. Tomando un tipo de interés del 7,5%, supone una cuota mensual de 31 euros.

En la rueda de prensa posterior al Consejo, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega se mostró convencida de que el sector "superará desde luego más pronto que tarde la actual coyuntura económica".

La industria del automóvil no lo tiene tan claro. El director general de Anfac, la patronal de los fabricantes, Luis Valero, consideró necesaria la inclusión de las financieras de marca en el plan de rescate de la banca que el Plan Vive sea más eficaz. "El plan tendrá un efecto limitado por la dotación económica asignada al ICO [1.200 millones de euros] y por las dificultades de las financieras para captar recursos", dijo.

Los concesionarios advierten de que el principal escollo es el acceso de la financiación. Faconauto estima que las ayudas deberían haber sido directas, con el fin de alcanzar las rentas más desfavorecidas, faltadas de financiación. Su presidente, Antonio Romero-Haupold, aseguró que como no se recuperen las ventas, peligran 20.000 empleos en el sector, un 13% del total.

El mercado europeo de turismos cayó en octubre un 14,5%, con 1.134.031 unidades matriculadas, reflejo de la crisis financiera, informó ayer la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA).