Miles de compradores se quedan al margen de la caída del Euríbor
Bancos y cajas ponen un tope superior al índice que evita rebajar las cuotas
Miles de ciudadanos están viendo con estupor cómo el Euríbor está por los suelos y cómo la caída del indicador no les está beneficiando. La culpable es una cláusula en los contratos de los préstamos que muchos compradores firmaron sin percatarse. A través de esta disposición, bancos y cajas han ido fijando un suelo para el Euríbor que, según fuentes financieras, se sitúa entre el 3% y el 4%. Varias organizaciones de consumidores han alertado de la existencia de esta estipulación y piden al consumidor que lo denuncie al considerarla una "cláusula abusiva".
El Euríbor cerró el mes de julio en el 1,41%, el mínimo desde su creación, arrastrado sobre todo por la bajada de tipos de mayo y la inyección de liquidez del Banco Central Europeo. El ahorro medio -calculado para un crédito de 150.000 euros a 25 años- es de 327 mensuales, el 34,2% menos que hace un año. Y en el caso de las hipotecas más largas alcanza el 50%. Eso en teoría, porque miles de compradores, según las organizaciones de consumidores y fuentes financieras consultadas, se ven perjudicadas por estos topes mínimos.
El suelo que fijan las entidades es de más del 3%, y el Euríbor está al 1,4%
Fuentes de la Asociación Española de Banca (AEB) admiten que esta cláusula existe, pero aseguran que no es una "situación generalizada". Es más, afirman que en la mayoría de casos se incorporaron para proteger al cliente, porque si bien hay un suelo también suele haber un techo, a partir del cual el tipo de interés aplicado no se puede incrementar. La Asociación Hipotecaria Española (AHE) también relativiza estos contratos. Fuentes de la entidad resaltan que ni son mayoritarios ni el producto estrella de los bancos.
Las organizaciones de consumidores rechazan estos contratos y los tachan de "abusivos". "Van en contra de la ley general para la defensa del consumidor. Hay que plantear a la entidad financiera que no aplique esa condición, y si se niega a hacerlo hay que denunciarlo", asegura Rubén Sánchez, portavoz de Facua. La entidad rehúsa que bancos y cajas procuren por el bolsillo del consumidor. Y pone un ejemplo: un contrato que se firmó el año pasado, cuando el Euríbor estaba alrededor del 5%. "El documento fija que nunca se aplicará un tipo inferior al 4%, un punto menos del de partida. Y, en cambio, el techo estaba en el 15%, diez puntos más. Eso no es equitativo", lamenta.
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorros y Seguros (Adicae) señala que entre el 50% y el 60% de los ciudadanos hipotecados se están viendo apartados de la bajada del Euríbor por estas cláusulas. El presidente de la asociación, Manuel Pardos, considera que con esta medida las entidades "han tratado de protegerse de las bajadas del Euríbor". "Vamos a interponer demandas contra estas cláusulas, porque en muchas ocasiones los usuarios la firmaron sin darse cuenta", señala.
El directivo de una entidad financiera catalana no sólo admite que esta cláusula existe, sino que añade que se incorpora "casi siempre", en contra de lo que sostiene la patronal de la banca. Pero insiste en que también hay un techo. "Ahora está actuando el mínimo, porque el Euríbor está muy bajo. Normalmente, suele estar entre el 3% y el 4%, pero según el cliente. Con los que trabajamos desde hace tiempo somos más flexibles", agrega.
Este directivo, además, matiza que si, por ejemplo, la cláusula estipula que no se aplicará menos de un 3%, cuando el Euríbor llega a este nivel deja de usarse el diferencial. "Si el crédito está referenciado a Euríbor y una prima de 0,75%, por ejemplo, cuando baja de este suelo se desactiva el diferencial", agrega.
Las acusaciones a las entidades financieras de mantener el grifo del crédito cerrado o de encarecer los préstamos es constante. Éstas recuerdan que la remuneración que dan a sus clientes por los depósitos a plazo también está cayendo, pero de forma mucho más lenta que la rápida caída del Euríbor. Por ello, bancos y cajas tratan de no repercutir por completo el abaratamiento de las hipotecas. "Dar créditos al 1,4% con un diferencial de hace dos años, del 0,4%, por ejemplo, es simplemente antieconómico", sostiene el mismo directivo.
El economista y vicerrector de la Universidad de Barcelona, Gonzalo Bernardos, afirma que el director bancario que no haya empleado estas cláusulas es "un mal directivo". "Algunas entidades no lo han hecho por política bancaria, pero otras por negligencia", asegura. Bernardos asevera que estos mínimos animan a las entidades a dar préstamos. En otro caso, y al precio al que lo adquieren en el mercado mayorista, agrega, optarían por otras posibilidades, como "poner el dinero en deuda pública".
Los diferenciales siguen subiendo
"Euríbor + 0,25" era un eslogan frecuente hace tres años, pero hoy inédito. La mayoría de los nuevos créditos apenas van a notar el desplome del índice hipotecario europeo, puesto que los diferenciales que se aplican ahora rara vez bajan del punto porcentual. "Yo he dado algún crédito para comprar un piso en los últimos meses. El más bajo era de Euríbor más 1,5 puntos, pero era un cliente solvente", asegura el director de una oficina de una caja en Barcelona.
Ahora se valora, y mucho, el perfil de riesgo, aunque es cierto que también influyen otros criterios. "En nuestra entidad ahora el diferencial mínimo es de un punto, pero sí estamos ofreciendo a 0,75 puntos, siempre que el cliente tenga toda su operativa bancaria aquí. Es decir, domiciliación de la nómina, tarjetas de crédito...", coincide otro directivo de una entidad financiera.
La Asociación Española de la Banca admite que los diferenciales han subido, pero recuerda que hace dos años estaban por los suelos. También la Asociación Hipotecaria Española, aunque matiza que el diferencial no es otra cosa que una prima de riesgo. "Se está trabajando con otros márgenes. Y no es malo. Hace tres o cuatro años se prestaba sin considerar los riesgos que se asumían", asegura el catedrático de la Universidad de Granada y consultor de la Reserva Federal, Santiago Carbó.
El economista de la Universidad de Barcelona Gonzalo Bernardos opina que un diferencial elevado es una forma de disuadir a alguien con un perfil de riesgo alto. No obstante, recuerda que las entidades extranjeras están interesadas en captar al cliente de perfil medio-alto español ahora con hipotecas más baratas.
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