Grecia actúa contra la fuga de capitales del país
El Gobierno inspeccionará a quienes hayan enviado más de 100.000 euros al exterior.- El ministro Venizelos se entrevista por la tarde con los representantes de la 'troika' para evaluar la marcha de los ajustes.- El Ejecutivo dice que la conferencia ha sido "productiva" y que continuará mañana
Grecia ha ordenado hoy recabar información sobre todas aquellas personas físicas o jurídicas que hayan sacado depósitos bancarios del país por valor de más de 100.000 euros desde 2009, con el objeto de estudiar si esos movimientos aparecen reflejados en sus declaraciones de impuestos, según informa Efe, que ha tenido acceso a una circular del Ministerio de Finanzas. El Gobierno pretende de esta forma imponer sanciones y tributos sobre aquellos que evadan impuestos en el extranjeros.
Desde el año 2009, los bancos griegos han venido sufriendo una constante retirada de capitales ante la incertidumbre que atenaza la economía del país y las dudas sobre su sector financiero. Este dinero viaja a otros países considerados como más seguro para el ahorro para evitar eventuales problemas en el futuro. De hecho, a finales de junio los depósitos privados y empresariales en estas entidades se situaron en 188.200 millones de euros, cuando un mes antes era de 191.900 millones. Desde enero a junio de 2011 se han retirado de los bancos helenos 21.240 millones de euros, alrededor de un 10% del total. En total y según estimaciones oficiales, el dinero de los ciudadanos y empresas griegas en el extranjero asciende a unos 300.000 millones de euros, una cifra equivalente a la totalidad de la deuda estatal helena, situada en 2010 en unos 330.000 millones.
El ministro de Finanzas concretará nuevas medidas en los próximos días
La teleconferencia se retrasa a las 18.00 hora peninsular española (16.00 GMT)
La economía del país caerá un 5,5% este año y un 2,5% en 2012
Mientras tanto, en el parte de guerra de la jornada, el principal foco de atención ha estado en la entrevista entre el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, y los representantes de la Comisión Europea, el FMI y el BCE para evaluar la marcha de las reformas y asegurar que cumplirá con sus objetivos fiscales para 2011 y 2012. El visto bueno de estas instituciones es clave para que el país siga recibiendo ayuda financiera exterior y evitar la quiebra. Entre los puntos más conflictivos del programa de ajustes, el FMI ha advertido hoy de que un mayor retraso en el plan de privatizaciones podría avocar al país a la temida quiebra.
Los representantes de la troika y el ministro Venizelos han mantenido una conferencia poco después de las siete de la tarde, tras la que el Ministerio ha asegurado que la entrevista ha sido "productiva" sin dar más detalles. Del mismo modo, el Ejecutivo heleno ha anunciado que las conversaciones continuarán mañana a la misma hora.
Según ha afirmado esta mañana el representante del FMI en Grecia, Bob Traa, "las privatizaciones se han retrasado porque los políticos no se ponen de acuerdo sobre cómo llevarla a cabo". "Pero si esperan más, el país acabará en quiebra", ha añadido Traa, que ha defendido que esta opción permitirá el necesario traspaso de capital y de conocimientos desde el sector privado al público para ayudar a sacar al país de su grave crisis. "El electrocardiograma -de Grecia- se parece a la de un hombre muerto", ha añadido. Con esta medida, Atenas confía en ingresar unos 50.000 millones de aquí a 2015, los primeros 5.000 millones ya este año.
El propio Venizelos ha admitido que algunas de las reformas anunciadas por su Gobierno van con retraso, especialmente en el apartado fiscal. Eso sí, también ha reclamado a los organismos internacionales que no le utilicen como el "chivo expiatorio" de la crisis y les ha reprochado que recurran a la grave situación por la que atraviesa el país para tapar sus errores en la gestión de la crisis.
Ayer no se anunciaron nuevos recortes, pero la prensa griega hablaba de un plan gubernamental para reducir a la mitad el sector público en 2015. En este sentido, varios medios griegos citan hoy un documento en el que supuestamente el FMI y la UE piden a Atenas 15 nuevas exigencias, entre ellas el despido de 100.000 funcionarios hasta 2015, reducir o congelar pensiones y salarios públicos o el cierre de organismos estatales. El ministro, que hoy ha admitido que el volumen de personal público es excesivo, avisó de que los anuncios llegarán en los próximos días y que, en caso de precisarse más ajustes para este año, se decidirán tras la reunión de hoy. Motivos para ello hay, ya que los cálculos de Atenas no coinciden con los del FMI. Según revela Reuters citando a una persona cercana al Ejecutivo griego, la tasa a las propiedades inmobiliarias solo permitirá recaudar 1.000 millones, en lugar de los 2.000 millones anunciados por el Gobierno.
"Grecia asume su responsabilidad para cumplir con su palabra, pero los socios deben también cumplir sus promesas, y esto incluye a países grandes de Europa", dijo, en una clara referencia a Alemania, cuyos líderes volvieron a sembrar dudas sobre la quiebra griega. Y no son los únicos. Aunque Bruselas niega tajantemente un impago, los analistas plantean incluso una posible fractura del euro. Uno de ellos, el profesor Nouriel Roubini, que fue uno de los pocos que vieron venir la crisis de las hipotecas tóxicas o subprime en EE UU, titula su último artículo publicado en el influyente Financial Times con esta premisa: "Grecia debe suspender pagos y abandonar el euro".
El empeoramiento de la situación económica hace cada vez más difícil cumplir los objetivos de déficit. El FMI ha recordado hoy que sus previsiones apuntan a que el Producto Interior Bruto (PIB) caerá un 5,5% este año y un 2,5% en 2012, cuando se registrarán los primeros avances en la comparación intertrimestral. El primer ministro, Yorgos Papandreu, teme que Europa y el FMI reaccionen a este posible incumplimiento paralizando la ayuda financiera que envían a Atenas, lo que obligaría al país a declararse en quiebra. Así que el Gobierno se puede ver forzado a apretar más el cinturón que sujeta a una población que ya no puede más. La tensión se palpa entre los manifestantes, que piden a todos los políticos que se vayan del país. "En los últimos meses se habían relajado las protestas, pero con las nuevas medidas está viniendo cada vez más gente", relata una de las manifestantes, Irene Parthenion.
Un síntoma de que las negociaciones no van bien es que los representantes europeos no viajarán hoy a Atenas como estaba previsto; y ni siquiera han fijado una nueva fecha. Los expertos que tienen que valorar la marcha de los ajustes abandonaron Atenas hace dos semanas al constatar que el Gobierno se había enrocado. En lugar del encuentro cara a cara, el Ejecutivo de Papandreu se ha tenido que conformar con una teleconferencia.
Atenas confía en que el encuentro sirva para demostrar que está haciendo los deberes, y acelerar el proceso para desbloquear los 8.000 millones que necesita urgentemente. "La teleconferencia debe ayudar a buscar un acuerdo sobre las medidas y los objetivos para 2011 y 2012 con vistas a la preparación de los Presupuestos del Estado", dijo ayer el ministro Venizelos. Desde el otro lado de la mesa, el representante del FMI Bob Traa ha reiterado esta mañana que Grecia debe aplicar las reformas acordadas y mejorar la recaudación fiscal. "La pelota está en campo griego. La aplicación es vital", ha afirmado en una conferencia económica recogida por Reuters en la que también se ha mostrado abierto a flexibilizar los plazos para que Atenas cumpla con los objetivos ante el duro entorno económico. La fuente anónima del Gobierno griego citada por Reuters adelanta que también pedirán a Atenas recortes de gasto "más fuertes" para el próximo año.
La tensión es tal que la cancelación el sábado de un viaje de Papandreu a EE UU disparó los rumores de que una declaración de quiebra. Hasta tal punto que el ministro de Finanzas tuvo que desmentir ayer que el cambio de planes se debiera a ese motivo.
"Esos comentarios no son solo irresponsables, sino también ridículos. Cada fin de semana, Grecia se tiene que enfrentar a ataques organizados por los especuladores en los mercados internacionales", afirmó Venizelos en un comunicado. "El primer ministro considera que no debe estar ahora fuera del país. Quiere asegurarse de que Grecia cumple todos los compromisos", dijo a la agencia Reuters el portavoz del Gobierno. Pero a la oposición no le basta con estas palabras y, tanto la que está a la derecha como a la izquierda de los socialistas del Pasok, ha aprovechado para insistir en que la única solución es convocar elecciones anticipadas.
La reunión del Gobierno griego se produjo el mismo día en que el ministro alemán de Hacienda, el democristiano Wolfgang Schäuble (CDU), amenazó a Grecia con una congelación de los fondos de rescate. Schäuble advirtió a los griegos, en una entrevista al dominical Bild am Sonntag, que, si no cumplen las medidas de austeridad, "no se pagará el siguiente tramo" del plan de rescate, es decir, los 8.000 millones aún pendientes.
El ministro Schäuble, que ha participado en la reunión informal con sus colegas europeos celebrada este fin de semana en la localidad polaca de Wroclaw, dijo confiar en que la ampliación del fondo de estabilidad del euro y el segundo paquete de ayuda a Grecia habrán sido aprobados antes del 10 de octubre por los 17 países del euro. Schäuble también se muestra convencido de que la ley que permitirá aumentar la aportación alemana a la estabilidad del euro obtendrá la mayoría necesaria en el Parlamento el próximo día 29. El veterano político alemán cumplía ayer 69 años.
Más incendiarias aun resultaron las palabras del presidente de Baviera, Horst Seehofer, al semanario Der Spiegel. En unas declaraciones adelantadas por la publicación, Seehofer, líder de la CSU, partido hermano de la CDU de Angela Merkel, no descarta que Grecia salga del euro: "Si el Gobierno griego y el Parlamento no quieren o no pueden seguir el camino marcado, no deberíamos esperar a que los mercados nos fuercen a admitir la realidad. Habría que pensar también en una salida de Grecia de la zona euro".
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