Francia quiere una estrategia "coherente" de supervisión
Francia no renuncia a salir al rescate de sus entidades financieras si se vieran arrastradas por la crisis. Así lo dejó claro ayer el primer ministro, François Fillon, cuando avanzó algunas de las ideas que el presidente Nicolas Sarkozy propondrá hoy a sus invitados a la minicumbre que reunirá en París a los líderes de los países europeos miembros del G-8: la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro británico Gordon Brown y el italiano Silvio Berlusconi.
A la reunión asistirán asimismo el presidente del Banco Central Europeo (BCE) Jean Claude Trichet; el de la Comisión, José Manuel Barroso y el presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker. También estarán presentes el primer ministro francés François Fillon y la titular de Economía, Christine Lagarde, cuya sugerencia de crear un fondo europeo para garantizar la solvencia del sector bancario estuvo a punto de hacer fracasar la cumbre.
Pero el rechazo alemán al plan sugerido por Lagarde no ha impedido que la idea, con matices, articulada a nivel nacional, siga estando sobre la mesa. "Tenemos que estar todos de acuerdo para intervenir cuando y donde haga falta para evitar cualquier riesgo sistémico, según modalidades que pueden ser diferentes de un Estado a otro", señalaba el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Jean-Pierre Jouyet, en una entrevista a Les Echos.
Sarkozy, en una carta a sus colegas comunitarios pide que el G-8 se elabore una estrategia "coherente" para "reforzar la supervisión" de bancos, mejorar el control y elevar la transparencia. Pide también que las retribuciones de los directivos "tengan más en cuenta los resultados reales" de la empresa.
Renuncia en Dexia
En una muestra de firmeza ante los supuestos desafueros de los directivos bancarios, el Gobierno francés ha forzado al presidente del directorio de la banca Dexia, Axel Miller, a renunciar a la indemnización de 3,7 millones de euros que fijaba su contrato blindado en caso de despido.
Dexia fue salvada de la quiebra el pasado martes gracias a una recapitalización de 6.400 millones aportada por los Gobiernos francés, belga y holandés. La ministra Lagarde puso como condición para el salvamento de Dexia que Miller renunciara a su "paracaídas dorado".
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