El FBI localiza en Estados Unidos al magnate Stanford
El millonario desapareció tras ser acusado de un fraude financiero de 6.400 millones de euros
El policía federal estadounidense (FBI) ha localizado este jueves en el Estado de Virginia al multimillonario tejano Robert Allen Stanford, que se encontraba en paradero desconocido desde que hace dos días fue acusado de un fraude financiero por valor de 8.000 millones de dólares. Richard Kolko, portavoz del FBI, ha informado de que su agencia halló al magnate en la zona de Fredericksburg y le comunicó los cargos contra él.
De momento, Stanford no ha sido arrestado porque el departamento de Justicia no ha formulado cargos criminales, aunque es posible que lo haga próximamente y le obligue a entregar su pasaporte. Según la cadena de televisión estadounidense ABC, que cita fuentes gubernamentales anónimas, la SEC tenía preparado el caso contra Stanford hace algún tiempo, pero no había tomado medidas a petición del FBI, que en paralelo llevaba a cabo una investigación para descubrir posibles vínculos del narcotráfico con el magnate, de quien se sospecha que puede haber estado lavando dinero del cartel del Golfo de México. Finalmente, la intervención del regulador bursátil se precipitó el martes, tras descubrirse que el millonario estaba moviendo grandes cantidades de dinero de sus cuentas.
La Securities Exchange Commision (SEC, equivalente a la CNMV en España) destapó el pasado martes la trama urdida por el magnate tras una investigación que comenzó en julio de 2008 a raíz de que dos empleados abandonaran la firma de inversiones Stanford y revelaran que la compañía estaba dando a sus clientes información falsa sobre el rendimiento de los activos. La estafa guarda muchos paralelismos con el mayor escándalo financiero de Wall Street, protagonizado por Bernard Madoff, que saltó a la luz hace dos meses.
Al igual que Madoff, Stanford engañó a los inversores ofreciéndoles retornos constantes por encima del 10% incluso cuando el mercado se venía abajo, resultados que la demanda califica de "improbables" e "insostenibles". El grueso del fraude, que se extendió por todo el mundo, se cometió mediante la venta de certificados de depósito emitidos por Stanford International Bank, su filial bancaria con sede en la caribeña isla de Antigua, a unos 50.000 clientes, según la SEC.
Desde que se descubrió la estafa, miles de clientes asustados por el riesgo de perder sus ahorros se han presentado en las oficinas de la firma en diversas partes del mundo, como la propia Antigua, Quito (Ecuador), Panamá o Caracas (Venezuela). Las autoridades venezolanas cifran hasta en 3.000 millones de dólares (2.390 millones de euros) el dinero que sus ciudadanos pueden tener invertido en Stanford, por lo que este martes ha intervinido el banco de Stanford en su territorio para venderla. Lo mismo ha hecho Panamá, mientras que Perú y Ecuador han suspendido las operaciones de sus empresas temporalmente.
El escándalo ha alcanzado también al Congreso de Estados Unidos, pues Stanford ha dado millones de dólares en donaciones electorales a políticos, que ahora se apresuran a devolverlos o donarlos a instituciones de caridad, según el Centro de Política Responsable, una entidad independiente. Entre los beneficiados están John McCain, el candidato republicano a la presidencia el año pasado, y los senadores demócratas Christopher Dodd y Charles Schumer.
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