España no necesitará potencia eléctrica adicional hasta el año 2019

El negocio eléctrico tiene límites. Al menos en su vertiente más tradicional. España, según las previsiones del Ministerio de Industria, no precisará potencia de generación firme y adicional a la prevista actualmente en, al menos, los próximos 10 años. Potencia firme es la que puede ser garantizada en condiciones de máxima demanda. Así lo indica el borrador del documento de la Planificación energética indicativa elaborado por Industria para acompañar la Ley de Economía Sostenible. Según señala el documento, en 2020 "la previsión de punta de demanda eléctrica peninsular, en el escenario central [el más probable], es de 55.500 MW". El récord de demanda se registró en el invierno de 2007, con 45.450 MW.

La potencia instalada en España en estos momentos es de 97.447 megavatios, de los cuales, 25.220 corresponden a centrales de ciclo combinado -que funcionan con gas- y 19.813 a parques eólicos.

La cifra de demanda punta que prevé la planificación implica que, incluso teniendo en cuenta una cobertura de esa demanda del 110%, "no se precisaría potencia firme adicional a la prevista actualmente hasta, aproximadamente, 2019". En el mejor -o el peor de los casos, según el punto de vista- "el cumplimiento del índice de cobertura", prosigue el documento, "requeriría de 1.800 MW adicionales de potencia firme en 2020, que solo funcionarían durante un número de horas muy reducido".

A la vista de las previsiones, la conclusión es clara: "No parece necesaria la instalación de nuevas centrales térmicas de ciclo combinado para la cobertura de la punta de demanda". Bastará, aclara Industria, con "el uso de otras soluciones, como medidas de gestión de la demanda, aumento de potencia en centrales hidroeléctricas existentes y el aumento de centrales de bombeo". La conclusión de Industria sobre la no necesidad de nuevas centrales de gas coincide en el tiempo con las quejas del sector. Las eléctricas que invirtieron en centrales de gas quieren que el Gobierno retribuya lo que consideran una labor fundamental: el respaldo al desarrollo de las energías renovables, sobre todo la eólica, porque siempre están disponibles para producir cuan do las condiciones climatológicas impiden el funcionamiento de molinos, paneles solares e incluso hidroeléctricas.

La pasada semana, el presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigás), Antoni Peris, reclamó a Industria que apruebe los desarrollos normativos pendientes para garantizar a las centrales de ciclo combinado una retribución "justa" y permitir que el sector pueda disponer de los 600 millones de euros ya presupuestados por el Gobierno para los pagos que retribuyen el respaldo de las centrales a las renovables. "Es justo que en los próximos meses quede resuelto el asunto y se contemple un flujo de ingresos razonable", señaló Peris.

Por supuesto, en las previsiones del Gobierno cuentan los planes de renovables. El Plan de Energías Renovables 2011-2020 prevé una inversión en 10 años de 62.000 millones de euros y 18.534 millones de euros en primas.

El plan, entre otros extremos, prevé que las energías renovables cubran el 20,8% del consumo final de energía en 2020, lo que equivale a 20.525 Ktep (miles de toneladas de equivalentes de petróleo).