España se compromete a aportar un 9% de la asistencia a Grecia

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha comprometido con sus socios de la zona euro a que España contribuya con un 9% al mecanismo financiero de acción coordinada para asistir a Grecia. España, que ostenta la presidencia rotatoria de la Unión, quiere ver aprobado un plan de apoyo a Grecia en la reunión del Eurogrupo que ha promovido junto con Francia o en el Consejo Europeo que se celebra hoy y mañana en Bruselas, según fuentes gubernamentales. Ante la falta de acuerdo, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, renunció anoche a celebrar la reunión del Eurogrupo a primera hora de la tarde de hoy, antes del inicio formal del Consejo Europeo, pero dejó abierta la posibilidad de celebrarla después de la cena de esta noche. Van Rompuy ha dado a entender que si no hay acuerdo en el Eurogrupo tratará de alcanzarlo durante el Consejo.

El clima político en Bruselas sigue muy enrarecido en la víspera de la cumbre

El mecanismo de ayuda más probable son los préstamos bilaterales

La contribución española podría rondar los 2.000 millones de euros

Rehn insiste en la necesidad de que la UE juegue un "papel motor"

El clima político en Bruselas seguía muy enrarecido en la víspera de la cumbre. Mientras se multiplicaban los llamamientos de instituciones y partidos políticos para ayudar a Grecia, Alemania seguía ayer sin dar su brazo a torcer y Holanda lanzaba serias advertencias sobre los riesgos de convocar al Eurogrupo.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, apeló a la responsabilidad de los Gobiernos para encontrar una solución rápida. "Es el momento de crear un instrumento de acción coordinada que podría ser empleado para asistir a Grecia en caso de necesidad", dijo. Barroso subrayó que la creación de tal mecanismo "no implicaría su activación". En su opinión, se trataría "no sólo de la ayuda a Grecia, sino de la estabilidad de la zona euro en su conjunto".

El mecanismo más probable consistiría en un paquete de préstamos bilaterales concedidos por los miembros de la eurozona, más una aportación del Fondo Monetario Internacional, coordinado por la Comisión.

Fuentes gubernamentales sostienen que no se puede saber a cuánto ascendería la factura para España de la ayuda a Grecia, pues Atenas no ha concretado sus necesidades financieras. Las cifras que se manejan oscilan entre 20.000 y 30.000 millones de euros: en apenas un mes Grecia necesita refinanciar 16.000 millones de euros, procedentes de la deuda que vence entre el 20 de abril y el 23 de mayo, a los que habrá que sumar futuros vencimientos. El 9% que propone financiar España -que corresponde aproximadamente a su peso económico en la UE- supondría entre 2.000 y 3.000 millones. Para Alemania, la aportación sería del 22%.

Lo relevante, sin embargo, es que, pese a que el déficit español asciende al 11,4% del PIB y que España debe hacer un drástico ajuste en los próximos tres años para reducirlo al 3%, Zapatero se haya apresurado a salir en apoyo de Grecia. El mensaje, según fuentes gubernamentales, es claro: España no sólo no está en una situación similar a la de Grecia, como a veces se ha sugerido, sino que está en disposición de ayudarla. Este compromiso supone además una respuesta a la canciller alemana Angela Merkel, quien el pasado 11 de enero, en el Consejo extraordinario de Bruselas, cuestionó la legitimidad de Zapatero para intervenir en el debate preguntándole si estaba en condiciones de ayudar a alguien.

El grupo de trabajo creado tras dicho Consejo ha barajado dos fórmulas para ayudar a Grecia: la concesión de créditos bilaterales y la de avales públicos. La mayoría de los países, según las fuentes consultadas, se inclina por la primera de ellas, por estimar que la segunda no blindaría frente a ataques especulativos contra la deuda griega. Los créditos, según las mismas fuentes, se concederían a un tipo de interés inferior al que el mercado está exigiendo a Atenas, lo que en algunos países, aunque no en España, obligaría a cambios legales.

Los detalles sobre el mecanismo de ayuda se resolverán una vez se haya alcanzado el pacto político. El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, insistió en la necesidad de que la UE "juegue un papel motor" en el rescate. Fuentes diplomáticas próximas a Alemania insistieron en que la ayuda de la zona euro sólo "sería un complemento a la del FMI". Otras fuentes que representan una posición más mayoritaria subrayaron que el peso relevante sería el de los países europeos, coordinados por la Comisión.

La mayoría de líderes políticos cerraron filas apoyando a la Comisión. El líder de los liberales en el Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, advirtió de que "Grecia no precisa dinero, sino un instrumento que se lo facilite más barato". En la misma posición se manifestó el líder de los socialistas europeos, Poul Nyrup Rasmussen, que subrayó la necesidad de facilitar financiación a Grecia "a un precio justo y no al que fijan los mercados".

Para Joseph Daul, el líder de los Populares, el grupo más numeroso en la Eurocámara, "esta semana debe encontrarse para la crisis griega una solución absolutamente europea". Daul advirtió de que "una intervención del FMI puede ser considerada, pero en el marco de las normas europeas".