China levanta las restricciones a la importación del jamón español

Los chinos comerán muy pronto jamón. La orden de levantar las restricciones a la importación del porcino español la dio el primer ministro, Wen Jiabao, durante la reunión mantenida con el Rey en Pekín. El Gobierno chino quiso con este gesto, ampliamente reivindicado por la Administración española, reiterar a don Juan Carlos, que realiza su tercera visita oficial, el interés por mantener una "relación privilegiada" con España.

El Ministerio de Comercio chino se encargará ahora de tomar las medidas necesarias para que la decisión se ponga en marcha. Todo apunta a que antes de que termine, en febrero próximo, el año del cerdo dorado (según el horóscopo chino) la nueva clase emergente de la República Popular -unos 100 millones de personas- podrá degustar el pata negra.

El jefe del Gobierno chino expresó al Rey la voluntad de su Administración en estrechar la cooperación económica con España, equilibrar la balanza comercial extremadamente favorable a China y facilitar al máximo la reducción de las trabas a los productos españoles.

Horas antes de esta reunión, en la II Cumbre Empresarial Hispano-China, que se celebra en Pekín con motivo de la real visita y cuya apertura fue presidida por don Juan Carlos, los cerca de 300 empresarios españoles que participan en ella pidieron a China que aumente su transparencia económica.

Sus demandas se centraron en la eliminación del exceso de normativas y de obstáculos no arancelarios al comercio de mercancías y servicios, que aseguraron "limitan los beneficios de la apertura del mercado chino".

Tanto ante las autoridades, como ante los 400 empresarios chinos que acudieron al Gran Palacio del Pueblo para la inauguración de la cumbre, el Rey destacó que los sectores que ofrecen "grandes perspectivas" de cooperación bilateral son además de las telecomunicaciones y las finanzas, "los del medio ambiente, la energía, la construcción, el turismo, las infraestructuras o el alimentario".

Presentes en el acto estuvieron César Alierta, presidente de Telefónica; Francisco González, del BBVA; Isidro Fainé, de La Caixa, y también vicepresidente de Telefónica, así como otros muchos directivos de empresas instaladas en China o que buscan abrirse un espacio en el gigante asiático.

El Rey y Wen Jiabao animaron a los empresarios de los dos países a invertir en el contrario. España todavía es desconocida en China. O casi. Según el viceministro de Comercio, Wei Jianguo, las dos únicas marcas que se conocen son Cola Cao y Chupa Chups por razones obvias. "La cifra del comercio bilateral no se corresponde con el potencial existente", dijo don Juan Carlos al primer ministro, al insistir en la necesidad de promover la cultura y el conocimiento de los dos pueblos como fórmula para impulsar las relaciones económicas. En ese sentido, el Rey reiteró la voluntad de España de montar un "pabellón emblemático" en la Exposición Universal que se celebrará en 2010 en Shanghai, para que proyecte la imagen de España en China y se mantenga de forma permanente.

Fuerte desequilibrio

De los casi 16.000 millones de dólares de comercio bilateral, el 89% corresponde a las exportaciones chinas a España y el 11% restante es el peso de los productos españoles en este país asiático. Desde 1995, España ha duplicado su peso, pero las empresas chinas lo han multiplicado por siete.

En su primer acto público fuera de España, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, puso el acento en los temas que preocupan a los empresarios cuando piensan invertir en China, la cuarta economía del mundo. Así, Díaz Ferrán expresó la disposición de éstos "a cooperar con el Gobierno chino en la protección efectiva de los derechos de la propiedad intelectual". Entre las autoridades chinas presentes, además del viceministro de Comercio, estaba el viceprimer ministro Hui Liangyu y el presidente del consejo chino para la promoción empresarial, Wan Jifei.

Al igual que el Rey habló de "señales positivas" en el avance de las relaciones económicas bilaterales, Díaz Ferrán reconoció los esfuerzos aperturistas de la Administración china y dijo que los empresarios son conscientes de las dificultades que suponen. Insistió, sin embargo, en que se ayude a la actividad empresarial "con la apertura del sector financiero y del seguro en el país, imprescindible para facilitar nuestras actividades en China y valorar, con criterios actuales, nuestro riesgo empresarial a nivel local".