La Caixa convertirá su grupo industrial en gigante financiero
Criteria, brazo inversor de la entidad, saldrá a Bolsa en un mes. El peso de las inversiones bancarias y de seguros se triplicará en un horizonte de tres a cinco años
La voluminosa cartera industrial de La Caixa, que, pese a las turbulencias del mercado, saldrá a Bolsa en los primeros 10 días de octubre bajo la denominación de Criteria en el mayor estreno bursátil del año, nace con una acentuada vocación financiera. La nueva compañía, presidida por Ricard Fornesa y valorada en 25.252 millones de euros, prevé multiplicar por tres el peso de sus inversiones en el sector financiero, que hoy se limitan al 17% del total.
Criteria busca bancos o participaciones bancarias entre 500 y 2.000 millones de euros
La cartera de Criteria está por ahora copada por empresas industriales y de servicios, entre las cuales destacan compañías de peso como Telefónica, Abertis, Repsol YPF o Gas Natural. Pero a medio plazo -y el director general de La Caixa, Juan María Nin, define como medio plazo un periodo de tres a cinco años-, la horquilla debería bajar del actual 83% a un 40%-60%.
En la presentación de la nueva empresa, celebrada ayer en Barcelona, Fornesa dejó claro que para lograr este objetivo, condicionado a las oportunidades que surjan en el mercado, la estrategia prevista no es la de seguir soltando lastre en sus empresas. Desde luego, no, al menos ahora, en el sector energético, donde La Caixa dice sentirse "cómoda, piensa permanecer y, en su caso, desarrollar su presencia".
La caja ha desinvertido en los últimos tres años participaciones valoradas en cerca de 7.000 millones de euros -algunas de ellas, en bancos considerados "no estratégicos", por cierto-, aunque ha desembolsado otros 4.000 millones en engordar la cartera.
Si la estrategia no pasa por acelerar desinversiones, sí pasa por las adquisiciones. "Le aseguro que las habrá", avanzó Nin con contundencia. Fornesa preparó el terreno para una importante "inversión ya en 2008". La dimensión de cada operación se moverá entre los 500 millones de euros y los 2.000 millones. Y allí donde entre Criteria, querrá "mandar".
Hoy, La Caixa aún balbucea en su expansión internacional, que se basará en su experiencia en banca minorista -tiene el 10% del mercado minorista español; según la entidad, es la primera del país-. Ya es conocida su querencia por la Europa central y del Este, donde este año ha abierto su primera sucursal en Varsovia, aunque, más allá de los bancos de interés en esta área, no se descartan oportunidades en países más próximos. Estados Unidos y Asia completan un trípode en el que se asentará una deseada diversificación. De moneda y de riesgo-país.
Para acometer sus nuevas inversiones, que se sumarán a la línea de capital riesgo en proyectos ya consolidados de entre 50 y 300 millones de euros, Criteria partirá de un punto sin hipotecas.
Lo facilita la fórmula elegida para la salida a Bolsa: una oferta pública de suscripción (OPS) en la que se saca a cotizar una ampliación de capital de un valor aproximado de 4.000 millones de euros y en la que la compañía que emite las nuevas acciones renuncia a su derecho de suscripción para abrir el accionariado a nuevos inversores. Estos nuevos accionistas tendrán un 20% del capital. La caja, que regalará a sus empleados un 0,6% y les reserva por si compran otro 1%, se queda con el 80%.
Tras la citada OPS, la deuda de Criteria quedará prácticamente a cero, explicaron sus directivos. El nuevo grupo se ha fijado como listón un endeudamiento del 10%, con puntas excepcionales del 20%, sobre el valor de la cartera.
La gran incógnita sigue siendo el precio de partida de las acciones, no decidido. Ricard Fornesa prometió que será "atractivo". Y eludió hablar de descuento. Los holding industriales lo suelen aplicar cuando se estrenan en el parqué, pero el presidente de Criteria insistió por activa y por pasiva en que Criteria no es, o ya no es, un holding de empresas, sino una "criatura singular" cuyas inversiones "no son replicables" por el accionista que va por libre (la mitad de los nuevos títulos van destinados a inversores institucionales, y la otra, a pequeños accionistas).
En la supuesta imposibilidad de la réplica insistió también el director general de la criatura, Francisco Reynés, quien sacó pecho sobre "la gestión de la cartera" y prometió insuflar mayor dinamismo en ella por medio de nuevas inversiones de "alta rentabilidad".
Como cebo para potenciales accionistas, Fornesa apuntó que el pay out, que es la parte del beneficio que se dedica a pagar dividendo, será "la máxima posible sobre el beneficio recurrente".
Otra de las incógnitas, a despejar en breve, es la identidad de los cinco independientes (de un total de 15) que se sentarán en el Consejo de Administración de Criteria. Ayer, en las torres de La Caixa, nadie soltó prenda. Pero sí quedó claro quién no estará, pese a los rumores veraniegos: el ex vicepresidente económico Rodrigo Rato.
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