Bush llama a la calma ante la jornada de pánico en las Bolsas
El presidente de EE UU comparece una hora después de la apertura de Wall Street tras el desplome bursátil en todo el mundo
Calma es lo que ha pedido esta tarde el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ante la jornada de pánico que sufren las Bolsas de todo el mundo y la crisis del sistema financiero en Estados Unidos. Bush también ha pedido coordinación con otros países y se ha mostrado confiado en que EE UU saldrá adelante y que "la inyección de dinero" de la Reserva Federal -su famoso plan de más de 500.000 millones de euros- aliviará los mercados.
Bush ha recapitulado sobre la crisis financiera mundial actual. "El problema es que al declinar el mercado inmobiliario se han generado pérdidas", además, "el sistema crediticio está congelado y ha generado incertidumbre en la economía. Esta incertidumbre ha provocado ansiedad pero el temor". En definitiva, "hay más oferta de viviendas que demanda y esto afecta a los socios de todo el planeta".
Esta concatenación de desastres económicos ha llevado al presidente estadounidense a lanzar un mensaje tan solemne como en los peores tiempos de la guerra de Irak: "Estados Unidos va a seguir combatiendo contra la crisis económica" y su Gobierno "actúa y seguirá actuando" para restablecer la estabilidad en los mercados mundiales.
Investigar los movimientos especuladores
Ante el odio que los multimillonarios corredores de Bolsa de Wall Street suscitan en el estadounidense medio, Bush ha aseverado que su la Comisión de Valores del país va a tomar medidas y se investigarán "los movimientos especuladores y la diseminación de información falsa".
Bush ha vuelto a mencionar otras decisiones como las iniciativas para facilitar que los propietarios de viviendas con problemas para hacer frente a sus hipotecas las refinancien, se han aumentado las garantías de los depósitos bancarios, que hasta ahora estaba en 100.000 dólares y ha subido a 250.000. Todo para evitar embargos.
El mandatario estadounidense ha recordado que su plan para salvar a los bancos en apuros tiene como objetivo ayudarlos a reconstruir su capital y devolver la liquidez al sistema.
Por último, ha añadido que tiene previsto reunirse mañana sábado con los ministros de Economía del G-7, los países más desarrollados: EE UU, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Japón. Con ellos debatirá qué medidas tomar. Ademas, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, ha convocado una reunión extraordinaria del G-20, los principales países avanzados y en desarrollo. Unas reuniones que, según Bush, representan "una señal clara de que estamos metidos en esto juntos y saldremos juntos".
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