Bruselas propone crear tres órganos de supervisión financiera común
El grupo de expertos quiere normas más estrictas inspiradas en el modelo español
La crisis financiera ha puesto de relieve serios fallos e ineficiencias de la regulación y supervisión de los bancos, aseguradoras y mercados de valores en Europa, con graves consecuencias para la economía y el empleo. Para corregir esta situación el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, encargó hace cuatro meses a Jacques de Larosière, que elaborase una propuesta. Larosière presentó ayer su informe, que propugna un reforzamiento de los estándares comunes y de la supervisón en el marco de la UE.
El informe propone 31 recomendaciones que suponen una profunda reforma de regulación y de supervisión, actualmente muy dispar en Europa. El modelo se inspira, tal como recoge el trabajo, en el sistema que viene aplicando España desde hace 10 años.
Los bancos deberían declarar los 'activos malos' antes de seis meses
En materia de supervisión se propone crear tres nuevas autoridades europeas (bancos, seguros y valores), que coordinarán a los supervisores nacionales en cada una de estas tres áreas, respectivamente. Estas autoridades serán independientes y sustituirán a los actuales comités (CEBS, CEIPOS y CESR) que han realizado hasta ahora las tareas de coordinación. La supervisión de las entidades continuará siendo realizada por las autoridades nacionales.
La novedad es que las decisiones de las nuevas autoridades europeas, que funcionarán de manera federal, serán vinculantes tanto en la supervisión de los estándares y garantías comunes para todos los Estados como en las tareas de cooperación entre los supervisores nacionales.
El informe propone también crear un nuevo Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, que será presidido por el presidente del Banco Central Europeo, actualmente Jean Claude Trichet. Este consejo analizará la información relevante para asegurar la estabilidad financiera teniendo en cuenta las condiciones macroeconómicas. Se trata de detectar a tiempo los riesgos globales que puede acumular el sistema que son independientes de la situación de las entidades. Por ejemplo, crecimientos excesivos del crédito, grado de endeudamiento o aumento de las actividades fuera de balance.
El grupo de alto nivel que ha elaborado el informe, integrado por los economistas Leszek Balcerowicz, Otmar Issing, Rainer Masera, Callum McCarthy, Lars Nyberg, José Pérez y Onno Ruding, advierte de que "todas las crisis no podrán ser evitadas en el futuro". Pero estima que lo que se debe evitar son "vulnerabilidades interconectadas y sistémicas que hemos visto y que han acarreado tales contagiosos efectos".
Sobre la regulación, proponen "aumentar gradualmente los requerimientos mínimos de capital"; "fomentar las provisiones dinámicas o anticíclicas, teniendo en cuenta los malos tiempos", e "introducir reglas estrictas para los productos fuera de balance". El trabajo toma como referencia a España al señalar que "las provisiones dinámicas introducidas por el Banco de España parecen una forma práctica de tratar este asunto". El informe, que servirá de base para la reunión del G-20 en abril en Londres, pide una revisión del modelo de las agencias de calificación de riesgo, exige una "separación de las actividades de calificación de las de asesoramiento". También, censura a los supervisores por delegar responsabilidades en las agencias.
La crisis bancaria también fue analizada ayer en una comunicación de la Comisión presentada por los comisarios Joaquín Almunia (Asuntos Económicos), Neelie Kroes (Competencia) y Charlie McCreevy (Mercado Interno y Servicios). El mensaje principal es que los Estados deben exigir a los bancos declarar sus activos malos antes de seis meses.
Por otra parte, en Estados Unidos el Departamento del Tesoro fijó ayer un plazo de seis meses que los bancos para que capten capital privado una vez sometidos a las pruebas de "estrés" anunciadas hace dos días.
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