El Banco de España publicará las pruebas de resistencia a la banca para demostrar su solidez

La crisis de credibilidad que afecta a la economía española lo trastoca todo, hasta los planes del Banco de España. El gobernador del organismo supervisor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha decidido salir al paso del temporal de dudas que se ha levantado en los mercados sobre la situación real de la banca española. Fernández Ordóñez ha adelantado que se publicarán las pruebas de resistencia realizadas por el Banco de España sobre "todas las entidades bancarias". Tras conocerse la noticia, el Gobierno alemán se ha mostrado a favor de coordinar esta acción con el resto de la UE mientras el sector financiero del país ha advertido de que los resultados serán "malinterpretados" por el mercado y han recordado que actualmente es ilegal publicar estos resultados.

El anuncio de Fernández Ordóñez va mucho más allá de la reciente exigencia del Gobierno español, que pidió a Bruselas que hiciera públicos los resultados de los exámenes hechos a los principales bancos europeos (entre ellos, varios españoles) para atajar las especulaciones sobre la fragilidad del sistema financiero español y la solvencia de las cuentas públicas. Medios alemanes apuntaron incluso que España ultimaba una petición de ayuda al fondo de rescate de la UE (dotado con 750.000 millones), un extremo negado por el Gobierno español.

Lo que ha desvelado el gobernador es que el Banco de España ha extendido esas pruebas de resistencia a todas las entidades y no solo a las más importantes. Y que hará una publicación detallada de los resultados, algo a lo que sus colegas europeos se resisten. "El Banco de España ha realizado unas pruebas de estrés para verificar que todos los bancos, cajas y cooperativas tienen ya previsto disponer de suficiente capital, no solo para transitar los escenarios más razonables, sino para soportar escenarios de crecimiento complicados en el futuro", anunció en la presentación del informe anual del organismo supervisor.

En el discurso, suministrado por el Banco de España, también detalla qué se publicará, y da a entender que se hará de forma inminente "de manera que los mercados conozcan perfectamente la situación del sistema bancario español", aunque no precisa fechas: "El Banco se propone hacer público el resultado de estas pruebas de estrés, mostrando los deterioros estimados, las necesidades de capital consiguientes, y el aporte de recursos propios comprometidos". Es una iniciativa bien recibida por la patronal bancaria, que ya ayer se mostró favorable a que se divulguen estas pruebas de resistencia.

Fernández Ordóñez ha aprovechado el discurso para romper una lanza a favor del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que ayer cerró su ventanilla de peticiones. "Gracias al FROB y a que el sector en su conjunto está en una situación sana, España se ha ahorrado las recapitalizaciones masivas y generalizadas sin exigencias de reestructuración que se han observado en otros lugares", recalcó. Las operaciones de integración de cajas de ahorros que se han apoyado en el FROB necesitarán unos 11.000 millones de ayudas públicas y recortarán un 20% las plantillas y la red de oficinas, según las estimaciones realizadas ayer por el subgobernador del Banco de España, Javier Ariztegui, en el Congreso de los Diputados.

Aún caben nuevas fusiones, o que alguna entidad se sume a las que están en marcha, pero ya sin ayudas públicas. "Antes del verano habrá culminado la reestructuración bancaria", sostuvo Fernández Ordóñez. Un objetivo innegociable, que reforzó con un ultimátum a las entidades para que culminen cuanto antes los procesos de integración iniciados. "Si, al cierre del mes de junio, algún proyecto hubiese fracasado o alguna entidad hubiera quedado rezagada, se actuará utilizando los mecanismos previstos en la ley del FROB". Y la reciente intervención de Cajasur, tras su negativa a la fusión con Unicaja, prueba que la advertencia va en serio.