El Banco de España sondea el interés de la gran banca por la CAM
La caja resiste en Bolsa después de pedir ayuda al supervisor y quedarse sin socios para realizar la fusión en el Banco Base
El Banco de España sondea el interés de La Caixa, Sabadell, Santander, BBVA y Popular por la CAM después de que la entidad alicantina solicitara ayer el respaldo público tras fracasar el proyecto de fusión de Banco Base, según han informado a Europa Press en fuentes financieras. La entidad, de su lado, reunirá mañana a su consejo de administración para decidir su futuro. Las dos opciones que tiene son en ambos casos dolorosas, o continúa "sola" pero parcialmente nacionalizada por la necesidad de recibir dinero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), o se integra en otro grupo, lo que también llevará acarreado un alto precio en cuestión de activos y representación.
No obstante, el organismo que preside Miguel Angel Fernández Ordóñez podría optar por una tercera vía que a su vez en una mezcla de las anteriores. Según las mismas fuentes, la solución para la CAM podría pasar a corto plazo por la entrada del FROB en su capital, para posteriormente propiciar su integración en un grupo solvente y con suficiente balance para asumir la entidad sin ver significativamente deteriorados sus ratios. Su principal objetivo, en cualquier caso, pasa por no tener que gastar dinero público en la operación.
Las fuentes consultadas destacan que la CAM disfruta de una importante red comercial en la Comunidad Valenciana, lo que cubriría la falta de presencia en la región del Santander, que ya ha manifestado su intención de arañar cuota de mercado en España a otros competidores y que contempla adquisicioes. Entre los primeros puestos de los candidatos con más probabilidades para asumirla también figura La Caixa, aunque se encuentra muy centrada en el proceso de consolidación de Caixabank en los mercados, especificaron las mismas fuentes.
Por su parte, el vicepresidente primero de Cajastur, Santiago Martínez Argüelles, ha dicho hoy que "inicialmente" puede funcionar una solución del Banco Base formado por sólo tres cajas de ahorros, después de la exclusión de la CAM). A preguntas de los periodistas, el concejal del Ayuntamiento gijonés ha añadido que el siguiente paso es que tanto la entidad asturiana como Caja Cantabria y Caja Extremadura se miren a sí mismas para ver si superan los requisitos legales y las posiciones de solvencia.
En el caso de Cajastur, los datos son "alentadores", aunque debe desarrollarse una análisis y remitir las soluciones previstas al Banco de España para contar posteriormente con las decisiones de los órganos de administración y gobierno de las tres cajas, ha considerado. Argüelles ha apostado por ser "prudente y cauto" y esperar a los estudios técnicos, una vez que se ha rechazado el proceso de segregación de la actividad financiera de la caja y los acuerdos para delegar competencias y facultades.
Volviendo a la CAM, la ruptura ha provocado un duro correctivo a la entidad alicantina en el mercado, donde cotiza a través de cuotas participativas. Tras un periodo de ajuste, han vuelto al parqué con un recorte del 5%, aunque al cierre han frenado su caída al 1,74%, con lo que se han situado en 6,2 euros.
Los títulos de la entidad han estado sometidos hasta mediodía a un periodo de suspensión para ajustar su valor, un proceso habitual cuando se producen grandes bandazos en su precio. Las órdenes de venta que se cruzaban en el mercado apuntaban a un recorte en su valor de hasta el 20%. Esto es, desde los 6,31 euros de ayer hasta el entorno de los 4,8 euros. No obstante, han moderado ostensiblemente el desplome en su regreso.
La caja alicantina, que acumula unos activos de 63.500 millones, no indicó cuánto dinero necesita en el comunicado que envío ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para informar de que piensa recurrir al Estado. Según sus ex socios, sin embargo, precisa 3.000 millones de euros para tapar el agujero causado por su exposición al sector inmobiliario. Estas necesidades de capital, precisamente, fueron detonante de la ruptura, ya que el resto de participantes en Banco Base consideraban que era una cantidad excesiva y un lastre para el futuro.
Las cuotas participativas de la CAM, que es la única caja que tiene este tipo de valores cotizando en Bolsa, salieron al mercado en julio de 2008 a un precio de 5,84 euros. A la operación acudieron 65.000 pequeños inversores españoles con una aportación mínima de 504 cuotas, equivalentes a unos 2.943 euros cada una. Al precio del cierre de ayer, el valor conjunto de estas cuotas, que son instrumentos de inversión de duración indefinida sin derechos políticos que cotizan en el mercado secundario aunque con muy poca liquidez, era de 315 millones. El emisor, la CAM, tiene la opción de amortizarlas en cualquier momento.
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