AENA reclama medidas a Aviación Civil tras romper con los controladores

AENA pone ya en manos del Gobierno el conflicto con los controladores. El presidente de la empresa pública que gestiona los aeropuertos, Juan Lema, explicó ayer que ha comunicado a la Dirección General de Aviación Civil y a la Agencia de Seguridad Aérea la ruptura de las negociaciones para renovar el convenio de los controladores aéreos para que tome las medidas para garantizar la continuidad del servicio durante la Semana Santa. El sindicato USCA, por su parte, emplaza a AENA a volver a la mesa de negociación y asegura que ni hay conflicto laboral ni lo habrá en Semana Santa.

El problema para el usuario estriba en que el 31 de marzo (el 1 de abril es Jueves Santo) expira el acuerdo de prolongación de jornada (porque AENA lo denunció hace unos meses) de modo que a partir de ese día los turnos de los controladores están asignados sin horas extraordinarias. Con la jornada básica del convenio vigente (1.200 horas anuales) es imposible gestionar todo el tráfico aéreo. Por eso AENA pide a los órganos reguladores que intervengan.

El Gobierno baraja modificar las reglas laborales por decreto ley

Lema no dio ningún detalle de qué medidas puede tomar el Gobierno, pero el sindicato sospecha que se impondrán modificaciones al convenio vigente por real decreto ley, que debe ser convalidado por el Parlamento. En ese sentido interpretan la apelación del ministro José Blanco a los grupos políticos en su comparecencia hace un mes en el Congreso para que apoyasen las medidas que ya preveía que tomaría el Ejecutivo en caso de no llegar a un acuerdo con los controladores.

USCA entregó a la prensa un documento interno de AENA, de 52 páginas, en el que se recogen diversos escenarios posibles y las opciones que tendrían para paliar los efectos de una huelga de celo o una legal. En ese documento se recoge la determinación de las condiciones de trabajo por decreto ley, cancelación de vuelos, cierre de aeropuertos o la habilitación de controladores militares, entre otras medidas.

El presidente de AENA explicó en rueda de prensa que rompió la negociación la noche del martes "ante la imposibilidad de alcanzar" un acuerdo por el "nulo interés" de USCA y su "bloqueo constante", y ante la "amenaza explícita" de paralizar el tráfico aéreo en Semana Santa. Lema explicó que AENA ha realizado 10 propuestas y el USCA seis, cuatro de ellas verbales, en los cinco años que lleva el convenio vencido. La última oferta del sindicato, presentada el jueves pasado, suponía según Lema elevar la masa salarial de 780 millones en 2009 a 820 este año y a 910 en 2012. Además, Lema da por hecho que la estrategia de USCA era prolongar la negociación hasta el 31 de marzo para "como han hecho otras veces, tomar como rehenes a los pasajeros" e imponer sus tesis. La responsabilidad del fracaso de la negociación, sentenció, "es del sindicato de controladores".

A las duras palabras de Lema sucedieron los severos juicios de USCA en otra rueda de prensa. Su presidente, Juan María García Gil, acusó al Gobierno de orquestar una campaña política contra ellos y dar un "golpe de efecto" planteando un conflicto para "ganar un prestigio que ha perdido con otros golpes como el del aumento de la edad de jubilación". Asimismo el sindicato niega que su última propuesta incrementase los costes de navegación aérea ya que había medidas de productividad. "No han mirado el documento", dijo el portavoz de USCA, Rafael López, que reconoció no obstante que no han propuesto rebajar las condiciones laborales de sus representados.

USCA ha pedido a AENA que informe de las necesidades no cubiertas en los turnos de Semana Santa para poder atender el servicio, que se comprometen a cumplir con los mecanismos del convenio en vigor. Lema no se pronunció al respecto. Por si acaso, él no tiene ningún billete de avión para esas fechas. Le gusta pasar la Semana Santa en Madrid.