El vértigo de Guardiola

"El mayor problema es que los contrarios son buenos", descubrió Pep Guardiola, acabados de cumplir los 38 años, recién llegado al banquillo del Barcelona. Ayer celebró su 40º aniversario y hoy viaja al Villamarín con todo el equipo titular. Solo deja en casa a Puyol, con alguna molestia, y a Thiago, que tiene ficha del filial y horas que recorrer en Segunda A. "Siempre nos ha ayudado, pero no tiene edad [20 años] para quedarse en la grada: mejor que trabaje con el filial", dijo Guardiola. El técnico comparece en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey dejando claro, de entrada, que no se fía ni un pelo del Betis a pesar de haber ganado en la ida por un expresivo 5-0.

Al técnico le preocupa el rival por los muchos problemas que le creó en el Camp Nou

"No me gusta que me ataquen", ha dicho siempre Guardiola, frase que viene a medida porque el Betis se lo hizo pasar mal en el Camp Nou, dijera lo que dijese el marcador. Muerde el Betis y desconfia Guardiola porque los verdiblancos son líderes de Segunda y son valientes y fuertes. Aunque pueda parecer una pose, Guardiola se tensa especialmente en las situaciones que invitan a la relajación. No admite confianzas desde que el Barça fue eliminado por el Getafe de Bernd Schuster tras un golazo de Messi en un festival barcelonista.

La hinchada azulgrana y muchos aficionados felicitan al entrenador del Barcelona a través de las redes sociales por iniciativa del club. Quiere el Barça que Guardiola esté contento, que sea feliz y que renueve cuanto antes su contrato, que concluye en junio próximo. El entrenador, sin embargo, se encoge, no se ve ni joven ni guapo, entiende que no hay prisa y ni siquiera ve a su equipo clasificado para las semifinales de la Copa por mucho que responda con sorna a quien le pregunta si hace 20 años, llegado al primer equipo, se hubiera imaginado a los 40 donde está: "Por supuesto", respondió sin pestañear.

Guardiola avisó de que la idea para el encuentro de hoy no es defender la ventaja de la ida, sino ganar el partido. Para ello confía en que sean suficientes las imágenes que planea enseñar al equipo para mentalizarle en la charla técnica. Lleva el susto en el cuerpo desde la ida, cuando el adversario mantuvo el partido abierto mucho rato, y no está para fiestas ni para celebraciones: "Haremos bien en tomarnos en serio el encuentro y ser muy cuidadosos. Hay que poner mucha atención en el partido porque el Betis tene argumentos muy sólidos para causarnos problemas". Buen día, en ese sentido, para probar el pase largo en la salida del balón si el rival dificulta la primera opción de juego en corto. Explicó una vez que no hay nada más difícil de defender que un pase largo en diagonal. "Es un recurso que en situaciones como la que propuso el Betis no debemos ignorar", asume Piqué, recordando la buena presión ejercida en el estadio por el plantel de Pepe Mel.

El Betis, que trató de jugar la ida en casa para garantizarse una buena entrada, agradecerá finalmente que Guardiola movilice a los titulares por el recelo que le provoca el adversario. Antes de que dé inicio el partido, su presidente, Rafael Gordillo, entregará una placa los tres finalistas del Premio Balón de Oro: Messi, Iniesta y Xavi.