El 'trivote' no tranquiliza a Casillas

Si considera que es preciso redoblar la seguridad en torno a su portería, José Mourinho coloca por delante de los centrales a tres centrocampistas especializados en robar balones. Vulgarmente, la fórmula se conoce como trivote. El técnico la puso en práctica por primera vez esta temporada en Mestalla, el sábado pasado, pero Casillas, lejos de vivir más tranquilo, tuvo que hacer algunas de sus intervenciones más exigidas en lo que va de curso. Recibió 15 remates del Valencia, cuatro entre los tres palos, dos a la red. Desde el partido en El Sardinero no pasaba el Madrid más apuros para sumar tres puntos.

Mourinho ha hecho estas alineaciones en diez ocasiones desde que dirige al Madrid. En la Liga, contra el Valencia, dos veces; el Atlético, el Sporting, el Athletic y el Barça; en la Copa, frente al Sevilla y el Barça, y en la Champions, para contrarrestar al Auxerre y el Barça. El técnico también ha optado por el sistema de los dos mediocentros para jugar 13 partidos igualmente difíciles: en la Liga, contra el Atlético, el Valencia, el Barça, el Sevilla y el Villarreal; en la Copa, ante el Sevilla, y en la Champions, frente al Lyon, el Barça y el Milan. El balance no dice nada significativo a favor del modelo más conservador: siete victorias con trivote por ocho sin trivote, dos derrotas con cada sistema y tres empates con dos mediocentros por uno con trivote.

La estadística refleja que en el último año y medio el Madrid no ha conseguido imponerse claramente con el trivote. La presencia de Khedira y Lass junto a Xabi Alosno, además de las indicaciones de Mourinho para que todos retrasen la línea de presión, entorpece la puntería del contrario. El Madrid encaja menos goles con trivote (un gol cada dos partidos, de promedio) que sin trivote (1,4 goles). Hasta ahí, todas las ventajas de este recurso que, por lo demás, priva al equipo de la posibilidad de disfrutar de algunos de sus futbolistas más creativos.

Los análisis estadísticos indican que con trivote el Madrid controla menos el juego y permite a los rivales llegar más al área de Casillas. El Madrid ha recibido más remates (12 por partido) con trivote que en los encuentros en los que ha jugado Xabi Alonso junto con un solo ayudante (10,6 remates por partido). En el apartado ofensivo, el balance es menos favorable al ingenio defensivo. Con trivote el Madrid marca menos (1,4 goles por partido, de media) que sin él (2,3 goles).

En octubre, cuando el Madrid atravesaba la mejor racha de juego y resultados desde que lo dirige Mourinho, un jugador dijo: "Cuando lleguen los partidos importantes, ni jugarán los mismos ni seremos tan ofensivos".

La profecía se cumplió en Mestalla. A falta de tres semanas para el clásico del 10 de diciembre, Mourinho dejó fuera de la convocatoria a Kaká, no dio ni un minuto a Sahin y alineó a Khedira y Lass, dos centrocampistas especializados en defender, para que formasen un triángulo de hierro junto a Xabi Alonso. Por primera vez en la temporada, Mourinho recuperó el trivote y el Madrid sufrió para ganar el partido.

El año pasado, cuando visitó Mestalla, el Madrid recibió más remates que la última vez: 22 por 15. Aquel equipo jugó con Lass como único mediocentro, acompañado por Granero, Canales y Kaká. Le atacaron más, pero su respuesta fue abrumadora: goleó al Valencia por 6-3 y dio una exhibición de buen fútbol.

Cristiano Ronaldo dijo el jueves algo que, según Marca, irritó a Mourinho. "Somos un equipo que entretiene a la gente", comentó el delantero; "jugamos bien. Las personas que están en casa y las que están en el estadio disfrutan viéndonos y eso para nosotros es lo más importante".

Para Cristiano, la prioridad es divertir. Pero Mourinho tiene un trivote en sus planes.