Ni los triples de Lituania pueden con España
La selección española vence 91-86 a Lituania y jugará por segunda vez en su historia una final olímpica
La selección española de baloncesto ha logrado el pase a la final olímpica, tras vencer a Lituania por 91-86 en un partido intenso donde el combinado liderado por Jasikevicius ha puesto entre las cuerdas a los de Aíto con continuos triples. Con este triunfo, el combinado español logra disputar una final olímpica, la segunda de su historia, la última en los Angeles 84. En la lucha por el oro se verá las caras ante Estados Unidos, que se ha deshecho de Argentina por 101-81.
"A ver si puedo guardar ya la medalla en el armario", apuntaba Fernando Romay en el parqué del Gimnasio Olímpico de Wukesong, un cuadrilátero gigantesco, minutos antes de que los lituanos y españoles jugaron una partida de ajedrez que se ha resuelto en los minutos últimos, en los que la defensa, los puntos de Rudy Fernández y los tiros libres de Carlos Jiménez premiaron a una generación que fue castigada cruelmente en Atenas''2004. Calderón, con un estiramiento en el aductor de la pierna derecha, secuela de los cuartos de final contra Croacia, no ha podido alcanzar su partido número con la selección española.
Poco le ha importado al base extremeño, un hincha más en el banquillo, que se pondrá en manos de los médicos para cumplir la centena contra el ''Dream Team'', como en Los Ángeles, o ante Argentina, que tiene un mal recuerdo de España en las semifinales del Mundial de 2006. España ha arrancado con buen pie, asistiendo en la pintura a Pau Gasol, con unos brazos más grandes y una sombra más alargada que Robertas Javtokas, impotente ante el ala-pívot de los Lakers y un equipo de Aíto que parecía aclarar su futuro de un plumazo (13-8) después de un triple, el segundo, de Jorge Garbajosa. La defensa que ahogó a Croacia en los cuartos de final lo hacía también ahora a Lituania, cuatro derrotas y una victoria frente a los de la piel de toro.
Aíto ha aplicado las rotaciones, un triple cambio de Ricky, Navarro y Marc Gasol por Raúl López, recambio hoy de Calderón, Rudy Fernández y Pau Gasol como acostumbra, pero Lituania no era Croacia, que no tiene a Sarunas Jasikevicius, un tormento para los árbitros, para los rivales de enfrente, como Ricky Rubio, que trató de pegarse a él como una lapa, y para el aro. Un triple de Rimantas Kaukenas puso por delante (15-17) al equipo de Butautas, que se había rehecho a base de defensa.
Aún así España, intermintente, unos puntos de Gasol, un triple de Garbajosa o alguna entrada de Rudy Fernández, cogió algo de aire antes del descanso (21-19), aunque con muchas dudas acumuladas en el ataque e incapaz de frenar a ''Saras'', anotador, asistente y que asumió el control de un partido que se le escapaba a los españoles. Un ''dos más uno'' de Marc Gasol dio la máxima renta (28-20) a España al inicio del segundo parcial. Aquello fue un espejismo. Un parcial de 2-11 de Lituania, en el que el nuevo fichaje del DKV Joventut Simas Jasaitis era un martillo desde la línea de los 6,25, situó a Lituania por delante y ya por mucho tiempo. Kristof Lavrinovic, el hermano gemelo de Darjus, también se unía al acierto desde el triple y los ex soviéticos llegaban hasta una ventaja de 6 puntos (36-42).
Reyes aguanta a España pero Lituania se marcha
En ese momento de crisis, Felipe Reyes aguantó en el partido a España, que se recuperó, pero las mínimas ventajas eran para los lituanos, que no tenían vértigo a tomar la delantera contra los campeones del mundo y que, con triple Lavrinovic más adicional, se marchó al fin del tercer cuarto con cuatro puntos con los que mirar con cierto optimismo su futuro (62-66). El partido entró entonces en un frenesí de intercambio de canastas hasta el empate a 71. En ese punto irrumpió Rudy con cinco puntos y un robo de balón para aventajar a España por cuatro puntos (78-74), todo un tesoro en función de cómo se había desarrollado el partido.
Los de Aíto agrandaron aún más la vía de agua de Lituania, siete puntos por detrás (81-74) que los fue gestionando desde la personal el ''dream team'' español. Ya no le quedó un cambio de marcha más a Lituania, pese a los triples de Jasikevicius y Jasaitis, y se quedó por quinta vez consecutiva en las semifinales de los Juegos. En cambio, España ya puede igualar o mejorar la historia que escribieron aquellos jugadores que algunos vieron en algún resumen de televisión y por los que les preguntaban campeonato tras campeonato. Ricky seguro que ni tan siquiera sabe de quiénes se trata. Ahora tiene, como el resto, de teñir de oro a la mejor generación del baloncesto español de la historia.
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