A partido de locos, fiesta del Sporting
De las Cuevas se exhibe ante un Mallorca al que adelantó Martí
Cuando el partido se vuelve loco, ya se sabe, el Sporting tiene todas las de ganar . Por eso durante casi una hora el Mallorca fue por delante en el marcador, porque todo iba por el libro. Cuando Luis Morán encontró un hueco imposible, entre el poste y Aouate, todo cambió. Aquello se convirtió en una ida y vuelta que premió al Sporting y acabó con la sequía de un futbolista, De las Cuevas, que hasta ahora tenía de todo menos gol.
Desde el comienzo del segundo tiempo puso Preciado a calentarse a Carmelo y Bilic. Su equipo no funcionaba y el Mallorca guardaba con absoluta tranquilidad el gol de penalti que le regaló la fogosidad de Gregory. Los de Manzano jugaban tan cómodos que ni siquiera sentían la necesidad de resguardarse en la defensa. El Sporting no daba síntomas de reacción y Barral y De las Cuevas, negados, tenían todas las papeletas para irse a la caseta. Pero, de repente, De las Cuevas inventó un cambio de juego milimétrico hacia Morán, que no dudó: superó a su marcador y largó un trallazo que sorprendió a Aouate y a todo El Molinón. A partir de ahí, el ordenado, sensato y mandón Mallorca se desquició. El anodino, amuermado e incapaz Sporting soltó amarras.
Sporting 4 - Mallorca 1
Sporting: Juan Pablo; Lora, Gerard, Gregory, Canella, Míchel, Rivera, Luis Morán, De las Cuevas (Carmelo, m. 75), Diego Castro (Kike Mateo, m. 84) y Barral (Bilic, m. 66).
Mallorca: Aouate, Josemi, Nunes, Ramis, Ayoze, Mario Suárez (Julio Álvarez, m. 73), Martí, Borja Valero, Víctor (Webó, m.64), Tuni (Pezzolano, m. 69) y Adúriz.
Goles: 0-1, m.10: Martí de penalti; 1-1, m.58: Luis Morán; 2-1, m.64: De las Cuevas; 3-1, m.68: De las Cuevas y 4-1, m.83: Bilic.
Árbitro: González González, sustituyó a última a hora a Teixeira Vitienes que era el designado para este encuentro. Mostró tarjetas amarillas a Diego Castro (m. 25), Nunes (m. 28) y Barral (m. 35)
Incidencias: Partido disputado en el estadio de El Molinón con la asistencia de alrededor de 20.000 espectadores.
Con espacios, los jugones del Sporting disfrutaron e hicieron disfrutar a su público. Diego Castro sacó su versión más malabarista para que De las Cuevas se estrenase en Primera. Y, poco después, con la confianza por las nubes, el ex del Atlético marcó un golazo al picar el balón sobre la media salida de Aouate. El Sporting es tan ciclotímico que, al pasar de la depresión a la euforia, arrambló con todo. Marcó el cuarto y pudo marcar el quinto y el sexto porque, a esas alturas, ya no tenía rival. El Mallorca había desaparecido del terreno de juego que durante 58 minutos creyó suyo.
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