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Un espejo del Barcelona

El Oporto propone guardar la pelota hasta encontrar un hueco para el disparo, con el 4-3-3 bien definido y la presión adelantada.- Hulk, en la punta de ataque, el mayor peligro

Huérfano de Villas-Boas, el técnico que enfiló hacia Stamford Bridge en busca del dinero, reconocimiento y éxito europeo, el Oporto (Chelsea) se ha empecinado en transmitir una imagen de seguridad tremenda con el técnico Vítor Pereira, que destaca por el juego posicional, por un una táctica bien parecida a la del Barcelona, hasta el punto de que aplica el mismo dibujo táctico (4-3-3). "Yo soy el animador; él, el verdadero estratega", llegó a decir en su día Villas-Boas sobre Pereira, entonces segundo de abordo. No hay córner que se deje a la fortuna ni falta que no se lance con un sentido. Del mismo modo, se aprieta arriba para recuperar pronto el balón y se guarda la pelota hasta encontrar un hueco. Argucias posibles en la Liga portuguesa, donde es superior a cualquiera, improbable ante el Barcelona, que no ha encontrado un rival -con permiso del Madrid y por momentos el Valencia- que le discutiera la pelota, que le gobernara territorialmente. Estos son los protagonistas del Oporto.

Helton. Portero (Alcántara, Brasil; 1978). Fue capaz de quitarle el sitio a todo un ídolo de Do Dragão como Vítor Baía, sentenciado en 2005 por el entonces técnico Co Adriaanse por un fallo ante el Estrela Amadora. Internacional en tres ocasiones con Brasil, el portero destaca por sus reflejos y por su buen hacer bajos los palos. No flaquea tampoco en el uno contra uno, pero sí que tiene dos puntos débiles: los balones aéreos y la falta de pegamento en los guantes para absorber la pelota; suele dar opciones a un segundo remate.

Sapunaru. Lateral derecho (Bucarest, Rumanía; 1984). El zaguero, desconocido hasta recalar en el Oporto, se formó en el Nacional de Bucarest, pero se curtió en el Callatis Mangalia, de la Segunda División. Puede actuar también como central, pero se encuentra más cómodo con menos parcelas que cubrir. Físico, no le cuesta subir, pero sí que se encasquilla un tanto más para sacar centros medidos.

Otamendi. Central (Buenos Aires, Argentina; 1988). El defensa cobró especial relevancia cuando Diego Armando Maradona cogió las riendas de la selección argentina, cuando le convocó para el Mundial de Sudáfrica. Buen marcador y un seguro en el corte y en la anticipación, le cuesta sacar el balón jugado. Su altura (1,78 metros) es un hándicap en su contra para los balones aéreos, pero su notable velocidad le ayuda a corregir la posición. No sufre demasiado en los desplazamientos laterales.

Rolando. Central (São Vicente, Cabo Verde; 1985). Tras dejar a los 15 años su país de origen, poco tardó la federación lusa en darle la casaca de la sub 21. Veían en él a central fuerte, alto (1,89 metros), de gran zancada y con buen manejo del balón; un futbolista de futuro. No se equivocaron, como constató el Oporto, que lo firmó con la idea de sustituir a Bruno Alves, todo un icono para la zaga. Le gusta utilizar el desplazamiento en largo, un arma que no se le da nada mal. Solo sufre con delanteros pequeños y habilidosos, justo lo que le sobra al Barcelona.

Fucile. Lateral izquierdo (Montevideo, Uruguay; 1984). Criado en el Liverpool uruguayo, este jugador, diestro, creció en la banda opuesta. Desconocido en el mercado, el Oporto le dio una oportunidad -lo tuvo primero a préstamo- y no ha defraudado, siempre un seguro de vida. Rápido y valiente, no suele prodigarse demasiado en ataque.

Guarín. Volante (Boyacá, Colombia; 1986). Habitual en todas las categorías inferiores, el medio dio pronto el salto al fútbol de élite, a los juveniles del Boca Juniors, donde acabó por cuajar. Pero su ambición por cruzar el charco le llevó al Saint Etienne, francés, y después al Oporto, donde ha acabado de eclosionar. De buen pase y mejor disparo, Guarín es un auténtico peligro en la zona de tres cuartos. Encuentra cualquier resquicio para armar la pierna, para colar el gol. Un portento en las jugadas a balón parado. Habilidoso con el cuero, el único pero es que a veces se hace un poco el remolón en la faceta defensiva.

Souza. Medio centro (Río de Janeiro, Brasil; 1989). El joven carioca es un futbolista total, de los que no tiemblan a la hora de romper el juego rival, pero que tampoco se atascan para construir la ofensiva. Buen desplazamiento del balón y un disparo potente desde larga distancia. Aunque no tuvo mucha presencia en el curso anterior, parece que Pereira confía plenamente en este jugador, habitual en las categorías inferiores de Brasil.

Moutinho. Volante (Portimão, Portugal; 1986). Señalado en su día como el medio centro del futuro, como el auténtico motor de ese Sporting de Portugal (antes de Lisboa) que quedó subcampeón en la UEFA en 2005, ahora se ha estancado un poco. Actúa más de volante, por su capacidad para incorporarse al ataque y para recuperar la posición, físico como es, por más que solo mida 1,70 metros. Habitual de la selección lusa y todo un líder en el centro del campo. Buen toque y pase seguro, pero suele necesitar más de un toque para conseguir precisión en la siguiente acción.

Hulk. Extremo (Campina Grande, Brasil; 1986). La estrella del equipo, el remate y el aguijón definitivo. Con un tren inferior potente, el ariete posee una arrancada terrorífica que sabe domar en cualquier momento. Y su zurda es mucho más técnica de lo que hace presagiar su voluminoso y musculado cuerpo. Olvidado en su día en un equipo de la Segunda División japonesa (Consadole Sapporo), se reivindicó como suele hacer, con goles (25). En el curso pasado anotó 36 dianas en 53 partidos. Darle medio metro es regalarme medio gol. Un delantero de equipo grande.

Kléber. Delantero centro (Río Grande, Brasil; 1990). El joven ariete, formado en el Atlético Mineiro, probó fortuna en el Marítimo. No le fue mal, con 15 dianas en 38 encuentros, con un contrato después bajo el brazo del Oporto. Su pretemporada ha sido sensacional, con cinco goles en otros tantos partidos. Es un futbolista alto (1,87 metros), diestro cerrado, con facilidad para aguantar el cuero de espaldas a la portería, con tendencia al adorno en el regate, con una calidad técnica fuera de toda duda.

Varela. Extremo (Almada, Portugal; 1985). Producto de la prolífica cantera del Sporting de Portugal, que ya tuvo a alas como Figo, Nani, Simão, Ronaldo... Futbolista que estuvo en el Recreativo de Huelva (2007-08), pero que no acabó de funcionar. Rápido, eficaz en el quiebro y buen centrado, fue un buen surtidor de balones para Falcao y Hulk en el curso pasado. Su velocidad, además, le permite llegar al segundo palo en las jugadas que ocurren por el lado opuesto. Todo un peligro, un tanto inconsistente.

El jugador del Oporto, el brasileño Hulk, durante la celebración de un gol.
El jugador del Oporto, el brasileño Hulk, durante la celebración de un gol.EFE

Keita, la sorpesa de Guardiola

Pep Guardiola, técnico del Barça, ha sorprendido con su alineación al incluir a Keita como medio centro. Mejor en lo físico que Busquets, el jugador tendrá la misión de mantener el bloque y de pelear por los balones aéreos con la medular lusa. El resto del once azulgrana, sin embargo y con las consabidas bajas de Piqué y Puyol en el centro de la zaga, es el esperado. Eso quiere decir, en cualquier caso, que Mascherano, medio centro por definición, volverá a ocupar la plaza de central, acompañado por Abidal. Adriano, a su vez, ocupará el flanco izquierdo de la retaguardia.

Alineación: Valdés; Alves, Mascherano, Abidal, Adriano; Xavi, Keita, Iniesta; Pedro, Messi y Villa.

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