"¡Es tan difícil jugar tan fácil!"
Cesc Fàbregas (Arenys de Mar, Barcelona; 1987) ha marcado cinco goles -dos con la selección española- en 170 minutos. Acaba de regresar al Barcelona, procedente del Arsenal, y juega de memoria en su equipo y en La Roja. Le sale todo a pedir de boca.
Pregunta. ¿Cuándo supo que había terminado su etapa en el Arsenal?
Respuesta. Yo sabía que este último año era sí o sí. Estábamos en cuatro competiciones: la Copa de la Liga, la Copa, la Champions, la Premier, en la que éramos segundos... Al final, aflojamos y... nada. Pero tampoco es por no haber ganado, no. Llevaba tiempo con la idea de volver y cuando el Barça mostró su interés... Lo que tenía claro es que o me iba al Barça o seguía en el Arsenal. Nunca pensé en irme ni por dinero ni por otra motivación que no fuera volver a casa. No me llegué nunca a plantear otra opción. Desde los 18 años siempre tuve ofertas.
"Sin Wenger, a saber dónde estaría. Desde luego, tampoco sería jugador del Barça"
"En los entrenamientos del Barça solo se oye el balón. Es la cosa más bonita que vi"
"Estoy tan contento que a veces disimulo porque me da vergüenza"
"Tengo la sensación de que les estorbo un poco todavía. Intento interpretar"
"Me queda un mundo por aprender. Tengo 24 años y se me valora como si tuviera 30"
P. ¿Tuvo una del Madrid?
R. Es igual. No es necesario dar nombres. Pero lo cierto es que desde los 18 años he tenido ofertas.
P. ¿Se sintió secuestrado por Arsène Wenger?
R. Hay una imagen equivocada de él. Si no hubiera sido por él, ahora no sería jugador del Barça porque no habría debutado a los 16 años, no habría jugado con 18 una final de la Champions, no habría sido con 20 el capitán del equipo... Sin él, a saber dónde estaría. Desde luego, tampoco sería jugador del Barça porque él me ayudó con los dueños del Arsenal, que no querían venderme bajo ningún concepto. Les convenció. Presionó para bajar el precio.
P. ¿Se convenció cuando usted renunció a parte de su salario para que el Barça llegara a los 34 millones de euros?
R. No. Él ya sabía de mi deseo.
P. ¿Deja una deuda con los gunners?
R. Lo he dado todo. Eso me deja tranquilo. No pude hacer más. Mis números están allí en los últimos siete años. Mi rendimiento individual está bien. A nivel de títulos me queda algo amargo. Me faltó ganar la Premier y la tuve cerca tres veces. En ese sentido, me habría gustado dejar algo más, pero no pude.
P. ¿Qué se lleva de Londres?
R. Muchos recuerdos, la ciudad... Londres siempre será mi ciudad. No hice grandes amistades a nivel social, pero dejo amigos en el vestuario como Rosicky, o Carlos Vela, gente que son solo compañeros. Y a Wenger, sin ir más lejos. Sin él, no sería nada. Ni campeón del mundo ni nada.
P. ¿Resultó más triste dejar al Arsenal o, en su día, al Barça?
R. Yo creo que era más inconsciente cuando dejé el Barça. Era pequeño. Yo no pensaba que llegaría nunca al primer equipo del Barça porque en aquella época no era como ahora. Mire el caso de Andrés [Iniesta]. Tenía 23 años y no fue titular en la final de París, pero hasta que salió él no empezaron a jugar... Yo pensé: "Si Andrés no juega, ¿dónde estaría yo?". Era juvenil, así que estaría en el juvenil. Al irme ahora de Londres lo he hecho viviendo mucho más lo que estaba sucediendo, consciente de lo que dejaba y de adonde iba. Un poco más triste, es verdad.
P. ¿Cómo fue la despedida de Wenger?
P. Me lo guardo. He tenido tantas charlas con él... Sus palabras me acompañarán toda la vida. Aquel último día... ¡Ufff! Me costó hablar. Me emocioné y no le pude decir nada. Le llamé después, ya más tranquilo, y le di las gracias. Es un 10, con sus defectos y virtudes, pero lo que me ha dado ese hombre no tiene precio.
P. ¿Qué le ha enseñado Inglaterra?
R. Pues... imagine. Tenía 16 años, era un niño... Ahora, al menos, soy un hombrecito. La gente pensará que es una tontería, pero lo que me llevo es el inglés. Ni en mis mejores sueños pensaba que un día podría hacerme entender por todo el mundo. He aprendido a superar dificultades.
P. Cuando supo que ya era jugador del Barça, ¿qué hizo?
R. Telefonear a mi hermana. Se lo había prometido.
P. Dijo su abuela, en Mónaco, en Barça TV, que jamás le había visto tan feliz. ¿Ni cuando le llevaba tuppers con sopa a Londres?
R. ¡Imagínese! Es que estoy tan contento que a veces trato de disimularlo. Me da como vergüenza. Me hago el serio, ¿sabe? Es que hoy eres el más feliz y dentro de un mes... No quiero decir un desgraciado, pero lo pasas mal.
P. ¿Llegó a un acuerdo con el Barça hace dos años?
R. No, yo no llegué a un acuerdo con el Barça hasta que el Arsenal y el propio Barça cerraron el suyo. Tampoco era muy difícil. Antes solo hubo palabras, pero nada serio.
P. ¿Era lo esperado?
R. No; ha superado las expectativas. A partir de ahora no sé qué pasará, pero que todo haya ido tan bien me invita a seguir. Tengo mucho que hacer en este equipo. No por que haya ganado dos títulos y marcado goles pienso que eso esté hecho. La gente quiere que empieces bien, que sigas bien y que acabes bien. El Barça es uno de los equipos que te exige sacar lo mejor de ti cada partido, como pasa en el Madrid, en el Manchester United... No me doy por satisfecho. Quiero dar más y tengo que dar más al Barça.
P. Tito Vilanova sostiene que el Barça no ha fichado a Cesc, el que se fue a los 16 años, sino a Fàbregas, el que era capitán del Arsenal.
R. Tito fue mi último entrenador en el Barça y lo ganamos todo. Tenía muy buena relación con él. Me hace mucha ilusión compartir el vestuario con él, con Leo [Messi] y Gerard [Piqué]. Tiene razón. Han pasado ocho años muy rápidamente. Ahora lo pienso y me parece increíble. Pero es evidente que no soy el niño que se fue, que jugaba en aquel cadete.
P.¿Ya se intuía que Messi sería tan bueno?
R. Era el mejor, pero eso nunca lo sabes. Si alguien llegaba, era él, eso es evidente. Era el más desequilibrante. Técnicamente, siempre ha sido el mejor. Físicamente, le ves ahora y no le tumbas. Antes era el más pequeño y, como jugábamos contra gente mayor, todavía se notaba más. Es muy listo. Lo pilla todo y a veces parece que no está o que no tiene carácter, pero por dentro es un ganador nato que lo procesa absolutamente todo.
P. ¿Que dejan futbolísticamente seis años en la Premier?
R. Lecciones. El espíritu de competitividad. Su fútbol es más alocado que el de la Liga española, más disciplinada y táctica, de toque, de jugar. Allí no se piensa en las posiciones. Se ataca incluso cuando no lo necesitas. ¡La afición te aprieta tanto! A la gente no le gusta que te repliegues. Aquí necesitas más posición, control para romper... Allí vas y vas y, al final, de tanto ir... Y los árbitros son más condescendientes, permiten más. Aquí me amonestaron por no guardar la distancia en la barrera y allí, en Inglaterra, me habrían dicho: "¡Va, Cesc, échese para atrás, vamos!".
P. ¿Pronunciaban bien eso de Cesc?
R. Lo pronuncian mejor en Inglaterra que aquí.
P. Por eso se ha puesto Fàbregas.
R. No, en Inglaterra me puse Fàbregas porque era obligatorio usar el apellido y decidí seguir con el apellido en el Barça.
P. ¿Su ventaja es que llega enseñado por su paso por el fútbol base azulgrana?
R. No. Tengo la sensación de que aún me falta mucho por aprender. Este equipo está muy mecanizado y hay cosas que debo pillar. La gente se queda con los goles, pero yo veo otras cosas. En especial, a nivel defensivo. No he visto nunca a un equipo que esté tan concentrado en la transición ataque-defensa. Jugar contra el Barça es muy complicado, pero jugar en el Barça tampoco es tan fácil. Ese es el reto. Yo, sinceramente, tengo la sensación de que les estorbo un poco todavía, pero que son tan buenos que lo arreglan y lo disimulan. Intento interpretar sus pases, trato de aprovecharme de eso en el ataque. Debo adaptarme a ellos. Defensivamente, tengo mucho que aprender.
P. ¿Qué es lo primero que ha aprendido en el Barça?
R. Que lo más difícil es jugar muy fácil. Ves a Messi, a Iniesta, a Xavi. ¡Es tan difícil jugar tan fácil! Y también, que presionar como lo hace este equipo es realmente difícil.
P. El cuerpo técnico está convencido de que incluso defensivamente puede aportar mucho.
R. Yo también. Tengo una suerte: durante cuatro o cinco años fui uno de los jugadores que más corrían por partido en la Champions. Eso garantiza mucho dinamismo por mis condiciones. Y lo aprovecho. Pero tengo la sensación de que me queda un mundo por aprender. Tengo 24 años y a menudo se me valora como si tuviera 30.
P. ¿Es cierto, como dice Xavi, que en este Barça lo mejor son los entrenamientos?
R. Sí. Es la cosa más bonita que he visto en mi vida. Solo se oye la pelota. Tac, tac, tac... La presión de cuatro al tiempo... Jamás vi entrenamientos de tanto nivel. El día a día de entrenamientos es mucho mejor que los partidos; no vi nada parecido.
P. ¿Es exagerado eso de que el ambiente es sensacional?
R. Yo solo sé que si la gente tiene que llegar a las diez de la mañana llega a las nueve y media. Pero no uno, sino todos. Además, está Piqué, un buen blanco para las bromas porque las encaja todas. Ciertamente, da mucha vidilla al vestuario.
P. ¿Qué le dijo Pep Guardiola?
R. Nada, poca cosa. Que trabaje duramente y me gane el sitio.
P. ¿Está preparado para jugar los minutos que le toquen, para chupar banquillo?
R. Es evidente que solo los futbolistas como Xavi, Iniesta o Messi podrían quejarse por falta de minutos. Y si ellos no se quejan... Les debo un respeto, así que jugaré cuando me toque.
P. Después de su primera toma de contacto con el Madrid...
R. ¡Ufff! Del Madrid ya no toca hablar. Toca pensar en San Sebastián, Milán, Pamplona... Me hace ilusión la Liga por los campos. Jugar en el Camp Nou es algo que he hecho solo dos veces y solo conozco el Bernabéu, El Madrigal, Mestalla... No sé... Me hace especial ilusión jugar en San Mamés. Siempre me han dicho que es un ambiente especial.
P. De pequeño, ¿qué quería ser?
R. Lo que soy ahora. Mi único sueño era jugar en el Barça.
Llorente: "Las heridas no eran para tanto"
Mañana por la noche Fernando Llorente, nacido en Pamplona pero criado en la Rioja, tendrá la posibilidad de jugar delante de sus paisanos con la camiseta de España, que buscará en Logroño el pase matemático a la Eurocopa 2012, ante Liechtenstein; una victoria zanjaría el asunto de la clasificación. El delantero del Athletic ha confesado que sería "muy especial" ser titular en Las Gaunas y ha agradecido "el recibimiento increíble" de la gente local. Tampoco Llorente ha podido escaparse del que fue el asunto candente en los días de concentración de La Roja para el amistoso ante Chile, disputado el viernes pasado, y para el duelo clasificatorio de mañana, la relación entre los internacionales del Barça y del Madrid tras el polémico clásico de la Supercopa. "Se ha visto claro que las heridas no eran para tanto", ha sentenciado el punta; "Hay un buenísimo ambiente en la selección y que para nada los enfrentamientos entre Barça y Madrid han tenido repercusión".
No fue tan expansivo sobre el asunto el madridista Arbeloa, que ha acompañado a Llorente en la rueda de prensa y solo se limitó a decir acerca de las relaciones entre blancos y azulgrana que "todo va muy bien". Ha hablado un poco más sobre las críticas que recibió la defensa de España sobre la mala actuación de la primera parte ante Chile. "Imagino que habrá ganas de que las cosas nos vayan mal, pero esta selección tiene gente muy joven para que se hable de fin de ciclo. Estamos acostumbrados a recibir críticas en cuanto se tuercen las cosas, pero este ciclo va a tener continuidad", ha declarado el defensa.
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