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Reportaje:

Torres es la incógnita de España

El punta, con solo dos goles en partidos oficiales desde la Eurocopa, se ve en un momento difícil

Diego Torres

Para la inmensa mayoría de los futbolistas, los 27 años suelen coincidir con la plenitud. Sin embargo, cuando alcanzó la edad perfecta, Fernando Torres se encontró en el que probablemente sea el momento más estéril de su carrera. Los próximos seis meses determinarán si el delantero del Chelsea vuelve a ser el jugador decisivo que fue para España o se convierte en una pieza prescindible en los planes del seleccionador, Vicente del Bosque.

De vuelta de Costa Rica y camino de Londres, el delantero se detuvo ayer un rato en Madrid para presentar Number Nine, su libro de recuerdos. En el acto reconoció que la rotura del menisco de la rodilla derecha, en abril de 2010, y la recuperación acelerada que emprendió para poder jugar el Mundial de Sudáfrica pudieron condicionar gravemente su carrera. "No me arrepiento de haberla forzado porque sabía las consecuencias que podía tener", recordó; "quería estar en ese grupo de jugadores. Quería levantar la Copa del Mundo y di todo lo que tenía. Incluso sabiendo que después me llevaría mucho más tiempo recuperarme".

La figura del Chelsea solo completó cinco encuentros de los 37 con Del Bosque
"Estoy en deuda con los hinchas", dice; "si hay algo que he hecho es no rendirme nunca".

Torres describe en su libro los padecimientos que atravesó desde que le convocaron para el Mundial africano. "La rodilla me limitaba hasta para caminar", dice sobre la semana previa al comienzo del torneo. Del Bosque le reservó ante Suiza para permitirle llegar bien a los partidos eliminatorios. Pero la derrota en el debut obligó a un cambio de planes y fue titular contra Honduras y Chile. Si para sus compañeros el Mundial fue una fiesta, para él se transformó en una senda dolorosa y solitaria. Antes del partido contra Portugal, en octavos, su cuerpo se resintió: "Notaba que no podía seguir el ritmo del grupo. No tenía la misma agilidad de las semanas anteriores. Cuando no estaba entrenándome, estaba con los fisioterapeutas y los médicos. Los ratos de ocio eran sustituidos en su totalidad por sesiones en la camilla y horas en el gimnasio. Antes de dormirme, rezaba para levantarme con mejores sensaciones que el día anterior. La rodilla era una obsesión. La incertidumbre del futuro en el Liverpool tampoco me ayudaba".

Torres arrastró a la siguiente temporada una rotura muscular y una rodilla mal recuperada. A duras penas hizo nueve goles en sus últimos 26 partidos con los reds. El Chelsea le fichó el pasado enero por unos 60 millones de euros. Los supporters esperaban la encarnación de Liquidator, el tema instrumental de Harry J Allstars que saluda a los jugadores cada vez que saltan al campo en Stamford Bridge, pero lo que les ofreció el español fue decepcionante. Ahora se siente mejor. Más entero físicamente, respaldado por el técnico, Villas-Boas, y complementado con jugadores como Meireles y Mata, que le entregan el balón donde conviene.

"Siempre he vivido momentos difíciles", dijo ayer; "en el Atlético, en la Eurocopa de Portugal, en el Mundial de Alemania... No es la primera vez que paso por dificultades, pero sí es la primera que, al llegar a un sitio, las cosas no salen como esperaba. No miraré a los demás ni buscaré excusas. Me miro a mí mismo. Si puedo volver a recuperar mi nivel, como creo que estoy haciendo esta temporada, sobre todo en mi equipo, no hay más de qué preocuparse. La única llave del éxito es el trabajo".

La frase vuela cargada de sentido: "Sobre todo, en mi equipo". Torres siente que, mientras en el Chelsea recupera el terreno perdido, en la selección está más cuestionado que nunca. Haber participado en los mejores partidos de España en la Eurocopa de 2008 y marcado el gol de la victoria en la final de Viena no le asegura ni la presencia en la lista para la de 2012. Del Bosque tiene algunas dudas.

Torres explica en su libro que en el partido contra Paraguay, en los cuartos del Mundial, perdió el puesto: "Era mi última oportunidad de seguir como titular. Un gol, aunque hubiese jugado igual, probablemente me habría dado continuidad en el once".

Desde agosto de 2008, con Del Bosque al frente de la selección, Torres ha marcado solo dos goles en partidos oficiales: ambos contra Liechtenstein. No le ha resultado fácil. La pérdida de confianza del técnico se refleja en las estadísticas. Solo ha jugado cinco partidos completos de los 37 que ha dirigido el salmantino. En Wembley fue suplente y en Costa Rica fue el sexto cambio.

Si por algo se distingue Torres es por su carácter competitivo. Lo necesitará más que nunca en el doble reto que le espera en los próximos meses: triunfar en el Chelsea y volver a integrarse en el juego de España. Para conseguirlo, primero, debe acabar su trabajo inglés. "Me siento en deuda con los hinchas del Chelsea", dice; "si hay algo que he hecho en mi vida es no rendirme nunca".

Fernando Torres, durante la presentación de su libro en Madrid.
Fernando Torres, durante la presentación de su libro en Madrid.PEPE ANDRÉS (DIARIO AS)

El sorteo

- El 2 de diciembre, en Kiev, se conocerán los grupos de la fase final de la Eurocopa de 2012. Las 16 selecciones clasificadas se repartirán en cuatro bombos:

- Bombo 1: España, Holanda, Polonia y Ucrania.

- Bombo 2: Alemania, Italia, Inglaterra y Rusia.

- Bombo 3: Grecia, Portugal, Croacia y Suecia.

- Bombo 4: Francia, Irlanda Dinamarca y Rep. Checa.

España, cabeza de serie, tendrá un rival de cada uno de los otros tres bombos y debutará el 9 o el 10 de julio.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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