Thiago es un artista
Despliegue del hijo de 'Mazinho' y la cantera azulgrana y lesión de Milito
De vez en cuando, sobre todo en las eliminatorias de Copa, hay partidos que admiten una mirada romántica y de complicidad , un interés muy particular, días en que los detalles y los jugadores cuentan más que el marcador y el equipo, nada que ver con el estrés competitivo que supone el mano a mano con el Madrid en la Liga. Ayer era precisamente una noche para tomar asiento en el Camp Nou y mirar a los muchachos del filial, jugadores con mucho cartel a los que sólo los hinchas más militantes van a ver al Miniestadi, socios más cumplidores que la mayoría de los aficionados que aguardan cómodamente a que las promesas lleguen al estadio. Una vez ganada la clasificación en la ida en Ceuta (0-2), la vuelta era el escenario ideal para las jóvenes del Barça B y muy especialmente para el virtuoso Thiago Alcántara.
BARCELONA 5 -CEUTA 1
Barcelona: Pinto; Adriano, Bartra, Milito (Abidal, min.40), Maxwell (Sergi Roberto, min.66); Thiago, Mascherano, Keita; Pedro (Messi, min.61), Bojan y Nolito.
Ceuta: Fock; Vítor Moreno, Zamora, Cañas, Pepe Martínez; Sandro, Ormazábal; Guzmán (Raoul Loe, min.70), Gilson, Seguro (Modeste, min.61); y David Torres (Aridane, min.30)
Árbitro: Ignacio Iglesias Villanueva, del comité gallego. Mostró cartulina amarilla a Vítor Moreno (min.20) y Bartra (min.36). Expulsó con roja directa a Vitor Moreno (min.26).
Goles: 1-0, min.2: Nolito. 2-0, min.7: Milito. 2-1, min.35: Guzmán. 3-1, min.50: Pedro. 4-1, min.65: Bojan. 5-1, min.67: Messi.
Incidencias: Partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el Camp Nou ante 38.971 espectadores, según datos facilitados por la entidad catalana.
Hijo de Mazinho, Thiago es un jugador exquisito, un penques en el argot catalán, un jeta simpático más o menos en terminología española, un volante descarado en el idioma del fútbol. Jugador de una técnica prodigiosa, resulta difícil quitarle la pelota y aún es más complicado evitar que la ponga donde le da la gana. A veces le puede un cierto aire circense, como si fuera un malabarista en el centro de la pista, convencido de que no hay nadie más en el campo y los espectadores aguardan su último truco. Hay situaciones en que arriesga incluso en exceso y a los entrenadores les cuesta hacerle entender que también hay que jugar sin el balón. Normalmente, sin embargo, no hay encuentro en que no ofrezca un excelente surtido de gestos técnicos.
Thiago estuvo anoche genial, protagonista de varias jugadas marca de la casa, imponente en la visión de la jugada y en el dibujo del pase, solemne a la hora de pisar el cuero, siempre con recursos sorprendentes. Nada más empezar, se arrancó con un taconazo. Acto seguido, desde el callejón del 10, recuperó la pelota y puso en marcha con un excelente pase interior a Nolito, delantero del filial, un jugador con un cierto parecido a Saviola y la garra de Stoichkov que ayer en su debut como titular regateó a tres defensas en el vértice del área y tras un seco cambio de ritmo coló el cuero en la portería.
El mismo Nolito botó un córner al que Thiago correspondió con un control orientado estupendo y un toque celestial para la llegada de Milito, quien cruzó el balón a la red. Y un poco más tarde, después de constatar que la espaldinha le sale tan bien como a Ronaldinho, Thiago asistió con un pase interior a Bojan, abatido en su carrera hacia la meta por Vitor Moreno. Penalti y expulsión. Bojan tiró al palo y el partido cambió de rumbo para suerte del Ceuta. Excelente tanto en la presión como en la elaboración durante media hora, muy puesto en el partido, siempre serio, el Barcelona se dejó ir hasta el descanso
Al fallo de Bojan, le siguió una lesión muy seria de Milito en el bíceps femoral de la pierna derecha que le tendrá alejado de los terrenos durante un mes. El Ceuta supo aguardar su momento y no le perdió la cara al partido ni cuando se anunciaba que le caería un saco de goles. Ocurrió lo contario. Guzmán remató a la red un excelente pase de Gilson al que el Barça no supo responder hasta la reanudación, cuando Pedro metió el tercero con un disparo cruzado. Reencontrado el camino del gol, el Barça recuperó la ambición, el juego preciosista, y reapareció Thiago.
La hinchada solo tenía ojos para el hijo mayor de Mazinho. A Thiago sólo se le negó el gol, suerte que mereció sobre todo después de una conducción excelente que acabó con un remate mordido salvado por el portero. A cambio se asoció estupendamente con Messi, que no se quiere perder un partido, al que le da igual jugar con el Madrid que con el Ceuta, imposible que descanse. A Messi le salen los goles por las orejas, y ayer volvió a marcar, después de una nueva jugada de Thiago, claro está, como no podía ser de otra manera. Thiago puso la suela de la bota sobre la pelota, se fue de dos rivales y tocó para la llegada de la Pulga, infalible en el balcón del área.
Hasta Bojan agradeció la salida a escena de Messi porque el ariete catalán se reencontró finalmente con el gol después de que el argentino levantara el balón sobra el guardameta y un zaguero no atinara a rechazarla. El partido dio para muchas otras cosas, como el debut de Sergio Roberto, contar la victoria cien de Guardiola, saber que había 38.000 espectadores en la grada. Ninguna tan extraordinaria, sin embargo, como la celebrada actuación de Thiago, al que el Miniestadi se le queda pequeño. Thiago fue el artista del Camp Nou.
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