"El deporte fue su vida"
Una treintena de deportistas, con Nadal y Barrufet al frente, lleva el féretro de Samaranch hasta la catedral de Barcelona
No podía ser más que con su familia, sus vecinos y todos los deportistas que acunó durante su carrera profesional. El funeral de Juan Antonio Samaranch, similar en rango al de un Jefe de Estado, se ofició esta tarde en la catedral de Barcelona después de una peregrinación desde el Palau de la Generalitat, donde se instaló la capilla ardiente del presidente de honor del COI. Una treintena de deportistas se relevaron para llevar el féretro desde el Palau hasta la catedral de Barcelona, donde entró a hombros de Rafael Nadal, David Barrufet, Jordi Villacampa, Gemma Mengual y Luis Doreste, entre otros.
Ya en la catedral, el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, exaltó la figura de Samaranch en una misa presidida por el rey Juan Carlos y la reina Sofía junto a las infantas Cristina y Elena.
"Hoy despedimos a un verdadero catalán y barcelonés universal que trabajó por el bien de la comunidad internacional, por España, por Cataluña y por Barcelona. La ciudad de Barcelona, todo el resto de España y muchos países del mundo, por razones de todos conocidas, tiene una deuda especial de gratitud con Juan Antonio Samaranch", dijo Sistach, quien añadió: "El deporte fue su vida, y su vida, un camino de dificultades y retos que fue superando uno a uno".
Casi 4.000 personas acudieron a la catedral para arropar a la familia en el último adiós al ex presidente del COI, entre políticos, autoridades nacionales e internacionales. También estaban muchos de los protagonistas de los Juegos de Barcelona, en los que tanto empeño puso Samaranch. Incluso el Vaticano, en un telegrama de su secretario de Estado, Tarcisio Bertone leído por Sistach, ha mostrado su "sentido pésame y el de Benedicto XVI a la familia de Juan Antonio Samaranch, así como a cuantos lloran la sensible pérdida de su persona".
Entre los asistentes a la misa funeral se encontraban miembros de las casas reales de Grecia y Mónaco, el sucesor de Samaranch al frente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, y representantes de la familia olímpica y del deporte español. Juan Antonio Samaranch hijo ha querido dedicar unas últimas y emotivas palabras de despedida a su padre, sin olvidarse de todas las personas que han acompañado a sus familiares desde que se produjo su muerte, ayer al mediodía. "Gracias a todos de parte de la familia, y a sus Majestades por su presencia, que nos llena de emoción", ha agradecido Samaranch Salisachs, quien ha finalizado su discurso con un mensaje de futuro. "Me ha ilusionado ver que mi padre era una figura popular, de los ciudadanos. Ahora nos toca a nosotros convertir su legado en una fuerza para el bien de los ideales olímpicos que nos mueven y convertirlos en algo para la sociedad".
"Amigos para siempre"
El Amigos para siempre interpretado por Sara Brightman y Josep Carreras en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de 1992 ha resonado con fuerza en el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat. Así lo quiso Juan Antonio Samaranch, fallecido ayer a los 89 años . Antes de ingresar de urgencia hace dos días en la clínica Quirón de Barcelona, afectado de una parada cardiorespitratoria irreversible, el ex presidente de honor del Comité Olímpico Internacional (COI) detalló punto por punto cómo quería que fuese su despedida. Un sentido homenaje, oficializado desde las diez de la mañana, al que han asistido multitud de personalidades del mundo del deporte y la política.
A primera hora, el presidente catalán, José Montilla, ha recibido a los familiares de Samaranch y a los Príncipes de Asturias, que iban acompañados por la Infanta Cristina. Todos ellos, unidos a otras autoridades, han recibido el féretro, engalanado con una bandera olímpica junto a la que descansaba una rosa y una fotografía del propio Samaranch . A la ceremonia han acudido representantes del mundo del deporte como el ciclista Miguel Induráin, los tenistas Albert Costa y Emilio Sánchez Vicario o el presidente del Barcelona, Joan Laporta.
También la clase política ha estado representada en el acto . Los alcaldes de Barcelona y Madrid, Jordi Hereu y Alberto Ruiz Gallardón ; el presidente del Parlamento de Cataluña, Ernest Benach; el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, o los ex presidentes de la Generalitat Pasqual Maragall y Jordi Pujol, han querido rendir un último homenaje a Samaranch.
Aluvión de elogios
La ceremonia se ha convertido en una catarata de elogios hacia el ex presidente del COI, considerado como el gran impulsor de los Juegos Olímpicos modernos. Primero ha intervenido el actual presidente, Jacques Rogge , que ha garantizado "perpetuar" su legado desde el COI. Acto seguido, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky , ha tomado la palabra para destacar: "En los seis años que llevo como secretario, mi relacion con él ha sido extraordinaria. Quiero destacar su importancia en el olimpismo y en el deporte, su capacidad innovadora, su valentía, su audacia y su prudencia. Como maestro echaré de menos sus consejos. Nos deja un gran legado".
Posteriormente, el presidente catalán, José Montilla, ha recogido el testigo y ha destacado que "hoy hay un sentimiento compartido de tristeza y gratitud. Era un hombre de su tiempo, pero supo evolucionar con su intuitiva capacidad de adaptación en el momento de la transicion a la democracia. Supo pensar más en el futuro que en el pasado, sin olvidarse nunca de su procedencia, demostrando su amor por Barcelona", ha agregado.
Montilla ha remarcado también que "Barcelona no ha tenido mejor ni tan universal embajador. Será difícil que tenga otro igual. Él garantizó una gran apuesta colectiva, el estímulo constante a hacer que los Juegos de Barcelona fueran los mejores de la historia durante mucho tiempo".
Un "español universal"
El Príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, ha querido "ensalzar la gran figura de Juan Antonio Samaranch. A toda su familia le damos un cálido y profundo abrazo. Son muchos, miles, e incluso millones de personas las que hoy sienten su marcha, aquí, en su ciudad, su tierra, su patria y también en todo el mundo. Especialmente los deportistas que han sentido latir sus corazones al son de las virtudes olímpicas", ha dicho.
Durante su discurso en la ceremonia civil (en el que ha conjugado el español y el catalán), ha asegurado que Samaranch "era un hombre profundamente catalán que quería demostrar al mundo el espíritu de una España nueva y diferente. Era un barcelonés amante de su tierra, un español universal". Del mismo modo, ha recordado que en 1999 se le otorgó el Premio Príncipe de Asturias" y que "siempre apoyó los Premios e incluso presidió su jurado muchos años".
Asimismo, ha destacado que "logró éxitos y transformaciones de gran calado. Fue capaz de difundir la importancia de la promoción del deporte y los valores olímpicos. Ocupa un lugar destacado en la generación de catalanes que han contribuido al progreso de España en el mundo". Visiblemente emocionado, ha concluido su intervención: "Buen viaje a la eternidad".
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