Muere mientras entrenaba una atleta olímpica de martillo
La lanzadora, de 26 años, se convirtió en la campeona más joven de la historia al ganar el oro en los Juegos de Sidney
La lanzadora de martillo polaca Kamila Skolimowska, de 26 años, ha fallecido este jueves cuando participaba en una reunión de atletismo en Vila Real de Santo Antonio (Portugal), según informa la web estadounidense especializada en deportes Track and Field. Al parecer, la atleta, ganadora del oro olímpico en los Juegos de Sidney del año 2000, se empezó a encontrar mal cuando entrenaba en el gimnasio, donde le sobrevino la muerte. Enseguida fue trasladada al hospital, pero los esfuerzos por reanimarla fracasaron después de permanecer una hora inconsciente.
Sus compañeros que la acompañaban cuando sucedió todo, los lanzadores Szymon Ziolkowski y Andrzej Krawczyk, han explicado a los medios polacos que Skolimowska entró por su propio pie en la ambulancia que la trasladó al centro hospitalario, donde llegó muerta.
El martes, sintió dolor en las pantorrillas y su entrenador canceló los ejercicios programados para el miércoles. La autopsia se realizará este jueves en Faro, aunque los médicos sospechan que sufrió un ataque al corazón, según ha explicado Ziolkowski. Pero según la Federación de Atletismo polaca los doctores se inclinan más por atribuir el fallecimiento a una embolia pulmonar.
Skolimowska nació en 1982 en Varsovia y al ganar la medalla de oro en 2000 se convirtió en la campeona más joven de la historia en esa disciplina. Su padre fue un famoso levantador de peso Robert Skolimowski. Ganó la medalla de plata en 2002 y el bronce en los campeonatos europeos de 2006.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.