Mourinho se cubre con Carvalho

El Real Madrid concluía el pasado domingo su gira de pretemporada por Estados Unidos y su entrenador, José Mourinho, era requerido por los medios para anticipar sus primeras conclusiones sobre la plantilla. "Necesitamos un jugador con experiencia en la defensa. Es una zona crucial del campo. Alguien que pueda salir también al ataque y nos proporcione equilibrio", explicaba el portugués. A continuación, cuestionado sobre los posibles jugadores que cumplían ese perfil, tramitó varios nombres como el que juega al despiste conociendo la solución del enigma. "¿Carvalho? Ricardo es un buen jugador, pero tiene una edad que si alguien quiere construir un equipo para el futuro no puede pensar en él, aunque es un hombre con una gran vida profesional y privada. Así que no tiene ningún problema para desarrollar un gran nivel de juego a sus 32 años", puntualizó manejando la ambigüedad. Ayer, el Madrid cumplió con la petición de su nuevo técnico de reforzar la retaguardia y lo hizo con un pretoriano de su entera confianza: Ricardo Carvalho.

El central portugués se convirtió en nuevo jugador del Madrid a cambio de los ocho millones de euros que recibirá el Chelsea. Va a firmar por dos temporadas más una opcional y a convertirse en la quinta novedad madridista para este curso, tras las incorporaciones de Canales, Pedro León, el argentino Di María y el alemán Khedira.

El interés del Madrid por Carvalho viene de lejos. En el verano de 2004, tras su buen papel en la Eurocopa de Portugal y sus éxitos en el Oporto de Mourinho, Florentino Pérez ya intentó su contratación para complacer a José Antonio Camacho. Pero los petrodólares del magnate ruso Roman Abramóvich y la ascendencia de Mourinho sobre él le llevaron a acompañarle en su aventura al frente del Chelsea.

Carvalho volverá ahora a coincidir con su compatriota, con quien conquistó dos Ligas, dos Supercopas, una Copa de la UEFA y una Champions en el Oporto entre 2002 y 2004. En Stamford Bridge, ambos incrementaron su palmarés con dos títulos de la Premier, una Copa y dos Copas de la Liga.

Para Mourinho, la veteranía siempre ha sido una virtud mas que un lastre. Su defensa tipo en el Inter -Julio César; Maicon, Lucio, Samuel y Chivu- tenía una edad media de 29,2 años. La zaga de la que disponía en el Madrid -Casillas; Ramos, Albiol, Pepe y Marcelo-, de solo 24,2. Ahora, con el fichaje de Carvalho, ya dispone de otro jugador experimentado. Un central sobrio, aplicado y cumplidor, de confianza y con el que se reencontrará tras su paréntesis italiano. "Los veteranos merecen ser felices. Y pueden serlo jugando en otro equipo o asumiendo un papel dentro de aquel que ha sido su casa durante mucho tiempo", explicó Mourinho preguntado por Raúl. Carvalho viaja a Madrid para ser feliz. Siempre, al lado de Mourinho.