El Madrid, contra sus angustias
Con la final del Bernabéu en el punto de mira y tras cinco años sin superar los octavos, el equipo de Pellegrini, cuajado y más sólido cada vez, se mide hoy al Lyon, uno de sus fantasmas recientes
A salvo tras el barrizal de Chapín y con una indisimulada sonrisa de tono rojiblanco, el Madrid reanuda hoy su aventura más obsesiva de la temporada. Una fecha más subrayada que ninguna: el 22 de mayo, sábado, se jugará la final de la Liga de Campeones en el Bernabéu. El club se siente obligado y la plantilla no es ajena al reto. El Madrid, su singular mística con la Copa de Europa que le entronizó universalmente, tiene la ocasión de pleitear por la décima en su estadio, al abrigo de su hinchada.
Para ello, el primer paso será el Olympique de Lyon, de amargo recuerdo para los madridistas, que sucumbieron contra él en los cursos 2005-06 y 2006-07 y que en sus dos visitas al estadio Gerland no consiguieron marcar. Eran otros tiempos. El Lyon, que ha gobernado con extraordinaria autoridad la Liga francesa en la última década, sucumbió el pasado curso ante el Girondins de Burdeos. Ahora está en plena revisión, ya sin Juninho Pernambucano, su líder deportivo y moral, y sin Benzema, el chico del Bron, un humilde barrio de Lyon. El Madrid, que lleva cinco años sin superar la frontera de los octavos, tampoco tiene el forro de entonces. De aquellos derrapes en el Gerland sólo resisten en la plantilla Casillas, Raúl, Guti y Sergio Ramos.En este periodo de opulencia, Manuel Pellegrini ha ido solidificando el ensoñador proyecto de Florentino Pérez.
Para el envite en Francia, Pellegrini dará vuelo a Albiol en detrimento de Garay, que ocupó su puesto el sábado en Jerez. Pese a que el técnico chileno sostuviera ayer que Benzema "está en condiciones de actuar", todo indica que será suplente en beneficio de Higuaín. El mal estado del césped, un barbecho tras las nevadas de la pasada semana en Lyon, ayer con temperaturas bajo cero, tampoco facilita las cosas para el ariete francés.
Bien tensado en la defensa, el Madrid dispondrá de toda la artillería. Un gol en casa ajena suele resultar crucial en este tipo de eliminatorias. Pellegrini es consciente de ello y no regateó elogios para los dos grandes iconos: "Cristiano siempre da un plus determinante para revertir los resultados, por algo es el mejor del mundo; Kaká se exige mucho a sí mismo, pero está plenamente recuperado y podrá mostrar todo el fútbol que lleva dentro".
En estos tiempos de bonanzas, con el Madrid más cuajado de los últimos tiempos, hasta el ingeniero chileno mereció los piropos de Casillas, que matizó la enjundia de la que ha ido dotando el técnico al equipo. En su partido 501 con el Madrid, el portero se encuentra ante una situación insólita en su carrera. Si hoy es castigado con una tarjeta amarilla, no podrá jugar el partido de vuelta. En Lyon, lesionado Dudek, su sombra permanente, es Adán quien le cubre las espaldas en el primer asalto de estos octavos de final. Una estación ineludible rumbo a ese sábado 22 de mayo, la epopeya que desvela al madridismo.
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