Francia gana a Irlanda desde la distancia

Irlanda quiso dejar claro desde el principio que lo ocurrido en Roma fue una excepción, pero Francia no es Italia y acabó llevándose el partido (22-25) en el nuevo Lansdowne Road (Estadio Aviva). Irlanda anotó tres ensayos pero cometió demasiados golpes de castigo en campo propio, lo que dio vida a Francia, que solo cometió uno. El resultado deja intactas las opciones del XV del Gallo al cetro y merma las posibilidades irlandesas.

Las intenciones de los de Deklan Kidney se vieron desde el saque de centro. Cuando los franceses atajaron el balón, la delantera irlandesa les sacó del campo y al saque de lateral le siguió un alud verde, que no acabó en ensayo porque los tres cuartos irlandeses cometieron un avant a 15 metros del final. A la salida de la melé, los tres cuartos franceses se resbalaron y ese error acabó con McFadden posando el oval y consiguiendo los primeros puntos para Irlanda, solo habían pasado cinco minutos. A partir de ahí, los irlandeses se emplearon en defensa y solo dejaron que los franceses pisaran una vez su 22. Pero, los del XV del Trébol cometieron cuatro golpes de castigo dentro de su campo, en muchas ocasiones por errores propios, y Parra los metió todos, lo que permitió que les bleus le dieran la vuelta al marcador. Los irlandeses hicieron un último esfuerzo antes del descanso y la primera parte acabó igual que empezó, con una tromba irlandesa y un ensayo, esta vez de de O'Leary, que no consiguió transformar Sexton. El final del primer periodo parecía esperanzador para Irlanda, que se fue mandando en el marcador 15-12.

Tras la reanudación, Francia salió a por todas y consiguió distanciarse en más de diez puntos en el marcador gracias a un ensayo transformado de Medard y dos golpes, uno de Parra y otro de Yachvili, que sustituyó al medio melé en el minuto 53. Los irlandeses recortaron distancias por medio de un ensayo de Heaslip que O´Gara sí anotó. Los del XV del Trébol se quedaron a 3 puntos de los franceses (22-25) y pudieron haber culminado la remontada a falta de dos minutos para el final. Una larga cabalgada de Earls la abortaron la buena defensa francesa y un error de manos irlandés y dio al traste con las opciones irlandesas de llevarse el partido y tal vez el campeonato.