Chile, la belleza suramericana
Bielsa ha armado un equipo valiente y goleador en el que destacan Suazo y Alexis Sánchez
Ausente de los dos últimos Mundiales, Chile se ganó fama de inconsistente hasta que el presidente de la federación, Harold Mayne-Nicholls, decidió contratar a un seleccionador extranjero. Marcelo Bielsa (Rosario, Argentina; 1955), recibido de uñas en agosto de 2007, es hoy una celebridad en Chile tras acabar con las indisciplinas y las dudas. Chile sabe a qué juega: siempre al ataque, sin importarle el escenario ni el rival. "Para mí, todos los partidos son iguales. Hay que dominar y protagonizar todo lo que se pueda. La única manera que entiendo el fútbol es la de la presión constante, el juego en el campo rival y el dominio de la pelota", proclama.
Al tratarse de un equipo espectacular, con 32 goles en 18 partidos en la fase clasificatoria, tan sólo uno menos que Brasil, algunos la bautizaron como la España suramericana. Pero es otra cosa: mucho más vertical que la selección de Vicente del Bosque, sin tanto toque en la medular. "En el fútbol no existe circunstancia alguna para que un jugador esté parado en la cancha", avisa Bielsa, que apuesta por un esquema diferente, un 3-3-1-3, con una arriesgada defensa de tres, muy adelantada, que ha recibido 22 tantos en la clasificación, 11 más que Brasil. Lo pudo comprobar España el 19 de noviembre de 2008 en El Madrigal en un partido amistoso que ganó (3-0) no sin haber pasado un mal trago en una primera parte vertiginosa. En sus siete enfrentamientos, España (seis victorias y un empate) no ha perdido nunca.
Con 10 goles, Humberto Suazo, punta del Monterrey mexicano, de 28 años, ha sido el máximo goleador del grupo suramericano. Lo acompañan en el ataque Alexis Sánchez (21 años, Udinese) por la derecha y Mark González (CSKA de Moscú, ex del Betis) por la izquierda. Mati Fernández, en el Sporting de Lisboa tras su fracaso en el Villarreal, actúa de enganche en disputa por el puesto con Valdivia, ex del Rayo. El portero Bravo, de la Real Sociedad, es un capitán respetado.
Pero Chile es sobre todo un equipo de autor. La mano de Bielsa se ve por todas partes: cada jugador ha aumentado su rendimiento. Tras el naufragio al frente de Argentina en Corea y Japón 2002, adonde llegó con 2.000 vídeos de los rivales, ésta es una revancha para un técnico que recibe una lluvia de elogios de los jugadores. Pese a ganar los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, El Loco encontró insoportable la presión de entrenar a su propio país. Entonces anunció que sólo le gustaría dirigir en dos partes del mundo: Suiza y Chile, "dos países moderados". "En Argentina, soy una expresión potenciada. No es que sea un argentino moderado. Todo lo contrario, soy muy exagerado. Para mí, el fútbol lo es todo y ésa es una vida que no se puede vivir eternamente. Por eso me gustaría moderarla", dijo. "Tengo un profundo amor por el juego, por la esquina, por el baldío, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido", añadió. En un Mundial, no hay moderación posible, pero, al menos, Bielsa dirige como quería a Chile y se medirá a la apacible Suiza.
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