Cesc, en su paraíso
El capitán del club londinense, formado en La Masía, jugará por primera vez como rival en el Camp Nou
Han sido tantas las veces que Cesc Fàbregas ha proclamado a los cuatro vientos su amor incondicional por el Barcelona que ayer se exigió moderación en sus declaraciones. Es el capitán del Arsenal, que le presenta como "talismán del equipo por su maravillosa técnica", e intenta ahorrarse sentimentalismos en su regreso al Camp Nou, el estadio en el que deseó triunfar cuando apenas era un niño. "Se trata del lugar donde aprendí a jugar al fútbol. Es mi casa, donde están mis amigos y mi familia y donde siempre he soñado jugar", decía en agosto pasado después de que el club inglés descartara definitivamente su traspaso al Barça.
Cesc, de 23 años, que abandonó el club azulgrana con apenas 16, se ha hecho mayor en Londres y hoy, como su ídolo, Pep Guardiola, de quien conserva una camiseta firmada, también lleva el 4 a la espalda. Pero no es el líder del Barça. Y no quiere traicionarse a sí mismo. Lo explicaba el centrocampista perfectamente en el verano en una entrevista: "Soy socio del Barça y también lo son mi abuelo, mi tío, mi primo... Siento estos colores desde pequeño. Soy catalán, soy de Arenys, he salido de La Masía... Sin embargo, soy el capitán del Arsenal, soy un gunner. Allí me he hecho jugador y he madurado como persona".
Ayer estuvo mucho más contenido. Si habló en singular hace apenas unas semanas -"me hace especial ilusión jugar en el Camp Nou", dijo tras el partido de ida-, intentó hacerlo en plural: "Es un partido especial para todos porque jugamos contra un gran equipo". Y siguió: "Mañana \[hoy\] es un fantástico examen para nosotros. Queremos demostrar lo buenos que somos. No estoy aquí para batir a nada ni a nadie especialmente. Solo quiero ganar por el Arsenal".
De hecho, hasta se molestó por la insistencia de los periodistas, primero en inglés y luego en castellano y catalán: "¿Cómo se siente?, ¿será especial?, ¿lleva mucho tiempo esperando este momento?"... "No me gusta que la gente hable de lo que siento porque solo yo sé lo que siento. Y no lo voy a decir aquí. Solo quiero lo mejor para el Arsenal: ganar y hacer lo mejor para el equipo". Hasta que se rindió: "Estoy muy contento de volver y estar aquí. Es un partido muy especial, pero no queda otra que ser un profesional y dar el máximo por mi club".
Su llegada al Camp Nou se produce además después de que no pudiera jugar la vuelta de los cuartos de final del curso pasado. Entonces metió a su equipo en la eliminatoria gracias a un gol de penalti. Pero en esa misma acción, en la que puso su alma y su pierna, se lesionó. Hace un año no pudo recuperarse a tiempo. Pero esta vez, tras unas semanas de incertidumbre después de que abandonara el campo tras 14 minutos de juego frente al Aston Villa por unas molestias en los isquiotibiales - le tienen frito: ha sido baja por este problema más veces en la temporada- sí estará. Volverá a un estadio en el que tan solo ha jugado con la camiseta de la selección catalana y en el que recibió algún premio por los éxitos del equipo cadete.
Cesc se encuentra en una encrucijada. Si gracias a su empuje el Arsenal logra, esta vez sí, superar la eliminatoria de la Champions, los gunners le adorarán aún más, pero los culés se convencerán también más de que le quieren en sus filas. En los vestuarios y las oficinas del Barça, cuando hablan de él, no dudan: "Es uno de los nuestros". Según su compañero Nasri, Cesc quiere hacer un buen partido en el Camp Nou: "Es el motor de nuestro juego y para él será importante hacer algo grande en Barcelona, porque salió de ahí". "Con Cesc en el campo, el Arsenal gana muchísimo. Les aporta mucho. Es su jugador más importante. Además, es su capitán. Les da posesión, último pase y tranquilidad", remarca Busquets. "Es el líder del equipo", opina Pedro. "Lleva la manija. Cuando no está, se nota", concluye Alves.
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