Candidatos en guerra
La elección del organizador del Mundial 2018 se enrarece por las acusaciones veladas entre aspirantes y de corrupción en la FIFA
Desde que hace un mes los delegados de la FIFA terminaran de visitar los candidatos a organizar el Mundial de 2018, entre ellos España -aliada para el evento con Portugal-, el proceso se ha enrarecido de forma increíble a poco más de un mes de que la organización que gobierna el fútbol mundial decida sobre el asunto. Ha habido declaraciones de dirigentes rusos criticando la suciedad y violencia de Londres y el alcoholismo de los jóvenes británicos, una queja de la candidatura inglesa para que Rusia se disculpara y, más grave, acusaciones de intento de soborno de dos dirigentes de la FIFA por algún aspirante, y de acuerdos para intercambiar votos entre dos candidaturas. Como resultado, hay dos miembros del Comité Ejecutivo de la organización suspendidos de forma temporal, otros cuatro oficiales apartados de sus tareas y un expediente informativo en marcha para aclarar la connivencia entre aspirantes.
En España creen que los británicos promueven un ataque a la alternativa ibérica
Aunque se conocen los nombres de los directivos supuestamente corruptos porque fueron señalados por las imágenes difundidas por el diario Sunday Times -el francés Temarii y el nigeriano Adamu-, la FIFA no confirma que la investigación por intercambio de votos -tú me votas a mí y yo te voto a ti- sea entre España-Portugal y Qatar, que quieren organizar los Mundiales de 2018 y 2022, respectivamente. Sí lo hace Miguel Ángel López, director general de la candidatura ibérica, que no se muestra preocupado: "No tenemos ningún acuerdo con ninguna otra candidatura. Por eso estamos tranquilos, porque sabemos que hemos actuado correctamente".
Los promotores cuentan además con el respaldo absoluto del Consejo Superior de Deportes. "Mantenemos el apoyo porque estamos convencidos de que se ha actuado bien", aseguró ayer Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, que ha tratado el tema con Ángel María Villar, presidente de la federación española y de la candidatura y vicepresidente de la FIFA; "espero que el asunto se resuelva lo antes posible".
El tiempo apremia. Porque mientras la prensa, sobre todo la británica, airea supuestos trapos sucios y trapicheos que manchan el proceso, la fecha del examen final se acerca. Será el 2 de diciembre en Zúrich cuando la FIFA elija entre Inglaterra, Rusia, España-Portugal y Holanda-Bélgica para albergar el evento deportivo más grande del mundo en 2018. Por lo pronto ayer empezó la reunión ordinaria del Comité Ejecutivo con el estado del proceso de elección de las sedes del Mundial de 2018 y 2022, entre muchos otros puntos, en el orden del día. Un portavoz de la FIFA aseguró a Reuters que el asunto se había dejado para hoy, sin entrar en más detalles. Y todavía está por decidir el sistema de votación.
Hay otra fecha intermedia a tener en cuenta. El 17 de noviembre el Comité de Ética de la FIFA debe decidir si mantiene el castigo a sus directivos, lo que no les permitiría votar en la elección, o da carpetazo al asunto.
La tensión entre las candidatas crece según se acerca la fecha decisiva, aunque ayer bajó algunos grados después de que Inglaterra retirara su queja tras las disculpas rusas. Y la prensa de cada país se convierte en altavoz privilegiado de las fricciones, que son casi siempre veladas porque la FIFA prohíbe a los candidatos comentar en público la propuesta de sus rivales. Pero igual que en Inglaterra están convencidos de que Rusia lleva a cabo una concienzuda labor de descrédito de su opción, en España creen que son los británicos los que promueven los ataques. "Están preocupados", asegura el director general de la candidatura ibérica. La única que se mantiene al margen de los escándalos, de la polémica, al menos de momento, es la cuarta en discordia, la discreta candidatura que forman Holanda y Bélgica.
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