Boston ya corea el 'Beat LA'

"¡Beat L.A.!" Faltaban más de ocho minutos para el final del partido contra Orlando y la grada del Boston Garden coreaba ya su grito de guerra predilecto. Así de clara y contundente fue la victoria (96-84) que certificó el pase de los Celtics a la final. Consumaron una nueva sorpresa porque, a pesar de que partían con desventaja de campo, eliminaron primero a los Cavaliers de LeBron James y ahora se han desecho de los Magic de Dwight Howard, el mismo equipo que les había cerrado el pase a la final la pasada temporada. Será la 21ª final de la NBA para los Celtics, el equipo que suma más títulos, 17, dos más que los Lakers, a los que vencieron en la final de hace dos año s. El equipo de Los Ángeles, en la final del Oeste, domina por 3-2 y está a una victoria de clasificarse por tercer año consecutivo para la final absoluta.

Sorprendente Robinson

El inicio del partido en Boston no se correspondió con el desarrollo posterior. Howard estuvo muy bien en los primeros minutos y mantuvo las espadas en alto a pesar de los triples de inicio de los Celtics. Garnett sumó dos faltas muy rápido, la segunda por quitarse de encima de mala manera la mano de Howard. Al final del primer cuarto, dominado por los Celtics por un abrumador 30-19, Rondo sufrió una aparatosa caída que le dejó magullada la espalda. No importó. Doc Rivers echó mano de Nate Robinson y el pequeño base fichado esta temporada procedente de los Knicks y que había tenido escasos minutos de juego en los partidos anteriores, cuajó una extraordinaria actuación y sumó 13 puntos, dos rebotes, dos asistencias y un robo de balón en los 13 minutos que estuvo en la cancha.

Pierce protagonista

El papel protagonista fue para Paul Pierce que sumó 31 puntos, 13 rebotes y cinco asistencias en una actuación que recordó a las que realizó cuando lideró a los Celtics hacia el anillo hace dos años. Su trabajo, con una fantástico acierto, 4 de 5 en triples y 9 de 10 en tiros libres, fue perfectamente secundado por el de Rondo, Ray Allen y Robinson. Los Magic sufrieron muchísimo porque, excepto Howard, con 28 puntos y 12 rebotes, nadie más estuvo a la altura necesaria para vencer en un partido de tanta exigencia.

Nelson solo anotó 11 puntos, Barnes se quedó sin lanzar ni una sola vez a canasta en 21 minutos, Lewis volvió a fallar como en casi toda la serie con siete puntos y 0 de 4 en triples, Redick también anotó siete puntos con una floja serie de 2 de 7 en lanzamientos. Los Celtics acabaron con 10 de 22 triples, cuatro más que los Magic y también con cuatro aciertos más a pesar de que lanzaron el mismo número de veces que los Magic desde la línea de tiros libres, además de capturar 10 rebotes. Dominaron todo el partido y por diferencias que rondaron a menudo los 20 y una máxima de 24.

Los Lakers multan a Artest

Un día después de haber decidido el quinto partido contra Phoenix, Ron Artest llegó media hora tarde al entrenamiento y fue multado por los Lakers. Artest fue el héroe del encuentro con una canasta en el último segundo que evitó la prórroga y permitió a su equipo ganar por 103-101 y establecer el 3-2 en su duelo con los Suns. Phil Jackson evitó cargar las tintas contra Artest por su retraso en el entrenamiento. El sexto partido de la final del Oeste se disputa el sábado, madrugada del domingo hora española (3.00, Canal+ Digital).