Betis y Cádiz apelan ante la federación

El Betis, un auténtico volcán en erupción debido a la crisis institucional que padece, ha encontrado en las escuchas del caso Brugal un camino para intentar militar la próxima temporada en la Primera División, que arranca el 28 de agosto.

El club andaluz, que ya envió el pasado jueves un escrito al Consejo Superior de Deportes (CSD) y a la Federación Española para que investigara la presunta compra de hasta cuatro partidos por parte del Hércules para garantizarse el ascenso a la máxima categoría, ha dado un paso más y ya ha contactado con los presidentes de la Federación Española de Fútbol (Ángel María Villar) y de la propia Liga de Fútbol Profesional (José Luis Astiazarán).

Villar ha comunicado al Betis a través de un mediador que los órganos disciplinarios de la Federación se encuentran a la espera de que el CSD transmita las diligencias judiciales en las que se recoge que el máximo accionista del Hércules, Enrique Ortiz, admite haber intentado comprar hasta cuatro partidos para encarrilar el ascenso de su equipo. Según entienden en el club andaluz, en el momento en el que el CSD envíe estas pruebas a la Federación (ya ha solicitado las cintas al juzgado de Orihuela) existirá material más que suficiente para que el Comité de Competición, presidido por Alfredo Flórez, aplique el artículo 75 del Código Disciplinario del órgano federativo en su punto 1, apartado b. Este artículo sanciona toda conducta dirigida a la predeterminación de resultados con la deducción de seis puntos a los equipos implicados y la anulación del encuentro jugado entre ellos. El Betis, cuarto clasificado de Segunda con los mismos puntos (71) que el Hércules, segundo, sería entonces nuevo equipo de Primera.

El Cádiz, equipo que descendió a Segunda División B, también se ha puesto en contacto con la Federación para que trate con celeridad el asunto. En el caso de que los órganos de jurisdicción de la Federación consideren probado que el Córdoba participó en el amaño propuesto por el Hércules, el equipo andaluz, que acabó la Liga con 55 puntos, sería sancionado con la pérdida de seis, lo que le mandaría a Segunda B con 49 puntos y en beneficio del Cádiz, descendido con 50. En el Córdoba, no obstante, están muy tranquilos al considerar que su primera plantilla jamás participó en el arreglo del encuentro ante el Hércules que presuntamente ofreció el dirigente del conjunto levantino: 300.000 euros por dejarse ganar.