Alemania destrona a España
La selección pierde frente al equipo anfitrión por dos goles
España ha dicho adiós al Mundial de Alemania. La selección, actual campeona del Mundo, ha perdido contra el equipo anfitrión por 25 a 27 . En un pabellón ensordecedor, con más de 20.000 personas animando a Alemania, España ha caído pese a que ha plantado cara hasta el último minuto.
La selección española de balonmano vio truncado el sueño de revalidar el título mundial conquistado hace dos años en Túnez, tras caer por 27-25 ante Alemania en los cuartos de final, en un encuentro en el que la selección pagó su falta de paciencia inicial, así como la discutible labor arbitral en los minutos finales. Pese a las múltiples advertencias de Juan Carlos Pastor, el equipo español no fue capaz de dar al juego al juego de ataque la continuidad necesaria para generar que el pivote Rolando Uríos, hoy por hoy el principal activo del equipo español, pudiese atacar la portería germana.
Los internacionales españoles carecieron de la paciencia para llevar de lado a lado el balón, lo que permitió a Alemania cerrar cada vez más y más la defensa sobre Uríos, obligando a la selección a recurrir al lanzamiento exterior. Faceta en la que España tiene uno de sus puntos débiles, tal y como quedó demostrado en el arranque del encuentro con los fallidos intentos de Belaustegui o Romero, muy nervioso, que tan sólo sirvieron para que los germanos pudiesen sacar a relucir su veloz juego de contragolpe.
Contraataques que permitieron a Alemania adquirir una cómoda ventaja, en torno a los tres goles (3-6), que parecía poner las cosas muy cuesta arriba para la selección, ante un cada vez más enfervorecido Kolnarena. Euforia que el equipo español consiguió rebajar por momentos, con la aparición en escena de la conexión Alberto Entrerríos-Rolando Uríos, autor de cuatro goles, que llegaron a situar a España a tan sólo un tanto 9-10 a los veintidós minutos de juego.
Pero, incomprensiblemente, la precipitación volvió a apoderarse del conjunto nacional, con nuevos tiros fallidos desde los nueve metros, que permitieron volver a tomar aire al conjunto alemán, que encontró un inesperado líder en el lateral derecho Holger Glandorf, que con tres goles finales dejó el marcador al descanso en un más que preocupante 12-15 para los germanos.
España necesitaba urgentemente una reacción y para ello no dudó en buscar una y otra vez a Uríos, que con sus cuatro goles en el arranque de la segunda mitad llegó a situar a los de Juan Carlos Pastor a sólo dos goles (16-18) de los alemanes. Sin embargo, a la selección española le faltaba todavía subir un punto más su intensidad para acabar de engancharse a un encuentro, apretar las clavijas en defensa al cuadro teutón, que parecía empezar a sentir la presión de no poder defraudar a los 18.500 espectadores que abarrotaban el Kolnarena.
Encontró la clave el seleccionador español con la entrada en la pista del portero José Javier Hombrados, que con dos buenas intervenciones permitió a España igualar el marcador (23-23) a falta de nueve minutos para la conclusión. Tiempo que sirvió para demostrar la influencia que un abarrotado pabellón puede tener en dos colegiados, con tres discutibles decisiones arbitrales consecutivas -exclusión de Belaustegui, un pasivo y una falta en ataque a Raúl Entrerríos, que permitieron a Alemania recuperar la delantera (23-25) en el marcador a los cincuenta y cinco minutos.
Una renta que la selección española ya no fue capaz de enjugar, pese a que llegó a ponerse a tan sólo un gol (24-25), nuevamente con un hombre menos en la pista, en este caso tras una exclusión de Juancho Pérez, que pese a demostrar el carácter inconformista del equipo nacional no bastó para alcanzar las semifinales (27-25).
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