205 días después, Contador regresa

En un mundo en el que la mayoría de los ciclistas creen que montar en bicicleta todos los días del año es un precepto más fuerte aún que los derivados de su confesión religiosa, el primer mandamiento de su fe, llega Alberto Contador, también en esto diferente, y proclama que no menos de 80 días al año se los pasa sin dar una pedalada. "Yo cuando digo que estoy de vacaciones estoy en la playa de vaciones, adonde no me llevo ni la bici", recuerda.

Pero hasta para uno como él, que compite poco, lo justo -54 días, no más de 8.000 kilómetros: muy por debajo de la media del pelotón, que se sitúa en 80 días y 12.000 kilómetros-, estarse 205 días seguidos sin pedalear con un dorsal en la espalda, desde, exactamente, el 27 de julio de 2009, el día siguiente a ganar su segundo Tour, es excesivo, incluso aburrido. "Ya tenía ganas, ya, de empezar la temporada", dice Contador, que estrena 2010, igual que el año pasado, hoy en la Vuelta al Algarve. "Todos los años, en febrero, me entra la misma sensación. Parece que el Tour está lejísimos, que nunca llegará, y tengo ansia por competir, pero luego, cuando empiezo a encadenar carreras, se pasa el tiempo volando y sin darme cuenta ya estoy en julio. De ahora a entonces, el mes más aburrido será mayo, en el que no voy a competir, sino a recorrer en varias concentraciones las etapas que no conozco del Tour".

Mientras en 2009 consiguió en el Algarve las dos primeras (etapa contrarreloj y general) de las 12 victorias con que acabó el año, esta temporada, advierte, no esperen lo mismo. "El año pasado, el parón había sido más corto, pues había corrido la Vuelta y el Mundial en septiembre. Y éste estoy con dos kilos de más sobre mi peso en forma", dice; "además, el invierno está siendo tan duro en Madrid que no me he entrenado tanto como habría querido".

Sin embargo, si un talento extraordinario tiene Contador, aparte de escalar como nadie, es el de rápidamente alcanzar una forma ganadora. Por eso cita a los impacientes para la París-Niza (del 4 al 11 de marzo), que precederá, en calendario idéntico al de 2009, a la Volta a Catalunya, la Vuelta al País Vasco y la Dauphiné Libéré antes del Tour. Se cruzará con todos los rivales que le desafiarán en el Tour, salvo probablemente con Lance Armstrong, a menos que el chico de Pinto decida finalmente cambiar de hábitos y debutar en las clásicas de las Ardenas.