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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El huevo y la castaña

Javier Ocaña

Se está promocionando como la heredera de La vida de los otros. Cierto sólo en parte: Cuatro minutos es una producción germana y ha obtenido el galardón al mejor filme en los Premios del Cine Alemán (equivalentes a los Goya) en 2007, justo un año después del triunfo de la cinta de Florian Henckel von Donnersmarck. Pero, por lo demás, se parecen como un huevo a una castaña. Las generalizaciones sobre la calidad (o ausencia de ella) de una obra partiendo únicamente del criterio de la nacionalidad son tan mentirosas como este tipo de publicidades.

Segundo trabajo del hasta ahora inédito en España Chris Kraus, con ecos del omnipresente nazismo, Cuatro minutos es un ajuste de cuentas con el pasado, ambientado en una cárcel de mujeres donde los egos de una estricta profesora de piano y una rebelde asesina van a verse enfrentados a través de una variante de un subgénero dramático ya clásico: el adiestramiento de un excluido social con dotes de genio intelectual; al estilo de, por ejemplo, El indomable Will Hunting.

CUATRO MINUTOS

Dirección: Chris Kraus. Intérpretes: Monica Bleibtreu, Hannah Herzsprung, Sven Pippig, Richy Müller. Género: drama. Alemania, 2006. Duración: 113 minutos.

Sin embargo, Kraus comete dos grandes pecados: la nula capacidad de empatía de las dos protagonistas, y la grandilocuencia de su estilo formal, lo que lleva a la película a una zona cargante y profundamente antipática de la que le es imposible escapar.

Las dos mujeres están continuamente enfadadas con la humanidad y quizá tengan razones para ello, pero Kraus se olvida de las zonas de calma, de las rendijas de aire fresco emocional que necesitan este tipo de historias, sobre todo para que el espectador no desconecte del futuro de los personajes.

Técnicamente irreprochable, aunque un tanto ampulosa en el tono, siempre demasiado arriba, Cuatro minutos tiene en sus numerosos momentos musicales una de sus escasas vías de escape. Demasiado poco para compararla con la aspereza de la magistral La vida de los otros.

Hannah Herzsprung, en <i>Cuatro minutos.</i>
Hannah Herzsprung, en Cuatro minutos.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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