"Nadie juzga a nadie en 'Desgracia"
La casualidad quiso que Steve Jacobs leyese Desgracia y se quedara "colgado" del texto escrito por J. M. Coetzee. Fue también casualidad que los proyectos que le habían presentado al premio Nobel surafricano para llevar al cine su historia fuesen rechazados por su falta de acercamiento a la realidad. Y fue la suerte la que sonrió al realizador Steve Jacobs cuando Coetzee dio el visto bueno al guión presentado por Anna Maria Monticelli, esposa del director y fundadora junto a él de la productora Wild Strawberries. Coetzee "nos dio un mes para ver si éramos capaces de elaborar algo que le gustase. Cuando lo aceptó nos pareció algo maravilloso".
¿Ha visto la película Coetzee? "Después de verla, sus palabras fueron las siguientes: 'Steve Jacobs ha conseguido integrar a la perfección la historia en el grandioso paisaje surafricano. Las interpretaciones de los actores principales tienen mucha fuerza y son meditadas". Viniendo de alguien como el escritor, tan parco en halagos y tan alejado de los medios de comunicación, Jacobs lo entiende "como un verdadero elogio".
"En el filme hay venganza, perdón, sexo, autoridad y poder", dice el director
Desgracia, que se basa en la novela del mismo título de Coetzee, es una obra de una dureza y belleza extremas, no sólo por la fuerza de los personajes, sino por las complejas emociones que transmite. "Creo que hemos sido capaces de reflejar las complejidades morales de las personas que viven en un país donde el poder está cambiando de manos, tanto en la esfera pública como en la privada. Si algo me gustó de esta obra es que nadie juzga a nadie. No hay juicios sobre las relaciones de cada uno, porque me pregunto que quiénes somos nosotros para juzgar qué es lo que está bien o mal en una sociedad tan complicada y compleja como ésa. Y nosotros somos incapaces de tener soluciones para solventar el problema que vive Suráfrica desde hace años. En esta película hay venganza, perdón, sexo, autoridad y poder", señala el realizador durante la presentación de la película en Madrid.
Las novelas de Coetzee suelen presentar una visión bastante sombría de los seres humanos. En sus textos habla con crudeza y realismo de los sufrimientos causados por el imperialismo en Suráfrica, el apartheid y la violencia posapartheid.
La película, en la que se percibe la belleza y la fuerza de los paisajes surafricanos, cuenta la historia de David Curie (John Malkovich), un controvertido profesor de poesía romántica que, obligado por un feroz tribunal académico, se ve forzado a dejar su puesto en una universidad de la Suráfrica posapartheid.
Steve Jacobs cree que el guión de Monticelli ha sido "capaz de plasmar los silencios que se respiran en la novela de Coetzee". Cuando se le pregunta si Malkovich fue su primera opción para interpretar a David Curie, el cineasta responde: "Lo cierto es que no, pero ahora no me arrepiento, creo que está soberbio en su interpretación. Es inteligente y con un registro muy amplio. Cuando le ofrecí el papel alabó la genialidad de Coetzee como escritor, del que dijo: 'Es un creador de personajes estimulantes".
Babelia
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