Un "vómito" del catolicismo

"Lo que es una enorme inmoralidad es invadir el espacio público con un vómito del catolicismo hacia la calle de delante". Esas manifestaciones las hizo ayer el arquitecto Oriol Bohigas, en la tertulia del programa El matí de Catalunya Ràdio, a propósito de la polémica del túnel del AVE. Y el "vómito" era el templo de la Sagrada Familia, que, en opinión de Bohigas, se está abalanzando sobre la calle de Mallorca.

Fiel a su estilo, Bohigas no se mordió la lengua a la hora de expresar lo que opina de las obras del templo. Dijo, por ejemplo, que espera que algún responsable municipal evite los planes de la Sagrada Familia de crecer por encima de la calle de Mallorca. "Por eso corren

[los responsables de la junta constructora] con las obras, para invadir la calle. Al final puede que pase al revés, que sea la propia Sagrada Familia la que hunda el túnel. Espero que lo prohíban y que no les dejen hacer una barbaridad como ésa".

Pese a que intentó disculparse por lo del "vómito", el arquitecto volvió a la carga cuando se le preguntó qué opinaría si pasara un tren de alta velocidad a los pies de la torre de Pisa. Lo que dijo fue lo siguiente: "No se puede comparar la torre de Pisa, que es una obra de la arquitectura mundial, con un buñuelo solemne de la arquitectura catalana".

Según Bohigas, el conjunto actual de la Sagrada Familia no puede ser considerado obra de Gaudí. Sólo la fachada del Nacimiento es original, el resto "es un croquis a mano alzada". Es una opinión ampliamente compartida por profesionales de la arquitectura y responsables del Ayuntamiento de Barcelona.