La quimera de aparcar pagando
Barcelona ha eliminado de las calles 7.300 aparcamientos en tres años - El Ayuntamiento sólo ha creado 3.000 estacionamientos subterráneos desde 2006, la mayoría en Ciutat Vella - Grave déficit en Sant Andreu, Sants y Sant Martí
La tarea de aparcar se ha convertido en algunos barrios de Barcelona en una auténtica quimera por dos razones: la primera que el Ayuntamiento de Barcelona ha eliminado de las calles 7.300 aparcamientos en tres años, y la segunda, que sólo se han creado 3.000 plazas desde 2006.
El Ayuntamiento busca desde hace años la manera de sacar de la calzada los coches aparcados, con el objetivo de limitar la circulación de vehículos privados por la ciudad. Eliminar plazas de estacionamiento ha sido la manera más expeditiva. Entre 2006 y 2009, han desaparecido 7.300 plazas de la calle. Donde antes había coches, ahora hay contenedores de reciclaje, aparcamientos de bicicletas y 26.200 espacios nuevos para motos. Además, de las 184.500 plazas de automóvil en la vía pública que mantiene la ciudad, más de un tercio son zona verde, azul o de carga y descarga.
En algunos distritos, las plazas de pago ha descendido más del 10% desde 2006
Durante los últimos tres años, mientras las plazas callejeras para automóviles menguaban, el Ayuntamiento creó o concertó 3.080 plazas públicas subterráneas. Menos de la mitad que las eliminadas en superficie. El 70% de las creadas están en Ciutat Vella, distrito en el que es raro encontrar edificios con aparcamiento privado. El problema es que hay otros barrios donde tampoco es habitual, y el aumento de plazas públicas no se ha producido. En Poble Sec, por ejemplo, también es un problema aparcar. Pero en su distrito de Sants-Montjuïc los garajes subterráneos en suelo público se han reducido el 11% desde 2006. En Nou Barris, han caído el 9%, en Sant Martí, el 11%, y en Sant Andreu, el 12%. En Gràcia, otra zona complicada, sólo han crecido el 5%.
"En los barrios ahora son los vecinos quienes piden que se ponga la zona verde. Antes no gustaba, pero ahora la exigen, porque es el único modo de que tengan prioridad y no haya gente del centro que vaya a barrios más periféricos a dejar su coche", explica Jordi Giró, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona. Cree que las zonas más problemáticas para estacionar son Gràcia, Poble Sec y Poblenou.
Sólo el pasado año aumentó la zona verde en Barcelona el 36%. En julio unas 12.000 plazas de aparcamiento más pasarán a formar parte de la zonas verde, en los distritos de Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia, Sant Andreu y Sant Martí. Las zonas verdes y azules (donde el aparcamiento está limitado por tiempo y previo pago y suele priorizar a los residentes del barrio), colorean casi 50.000 huecos de la calzada de Barcelona. "Hemos notado que en algunas áreas donde llega la zona verde hay vecinos que pagan los cuatro euros al mes que vale tener permiso de aparcamiento y alquilan la plaza que tienen en su edificio", aseguran en el Ayuntamiento.
Aparcar sin pagar es una misión cada vez más imposible. La búsqueda de aparcamientos privados ha crecido, al menos en internet. La web inmobiliaria Idealista registró en abril casi el doble de búsquedas que un año antes. La oferta que albergan es casi en su totalidad de particulares que alquilan o venden plazas en edificios de viviendas. Según las últimas cifras de precios oficiales (hasta diciembre de 2008, ya que las del pasado año aún no las ha publicado el Ayuntamiento), el precio medio de alquiler para un aparcamiento tanto público como privado en la ciudad es de 108 euros. Por zonas, las de Gràcia son las más caras, a 129 euros mensuales. Una plaza en un aparcamiento público del mismo barrio ronda los 160 euros, es decir, 30 euros por encima de la media. ¿Qué ventajas tiene entonces alquilar una plaza municipal? 'Para empezar, en el modelo de rotación [pago por minutos] no es más barato y, en cualquier caso, mensualmente no es cierto que las tarifas sean más elevadas si tenemos en cuenta los estándares de calidad que cumplen los estacionamientos públicos. Los precios están regulados', defiende Jordi Díez, director general de Saba, la concesionaria que gestiona 6.000 plazas públicas en la capital. Lo mismo opinan en la gestora municipal BSM. 'Nuestras plazas tienen un tamaño estandarizado, tenemos exigencias muy estrictas de limpieza, guardias de seguridad, normativa sobre pintura y acondicionamiento...', enumera. Los privados o los de los edificios, dicen, no tienen la obligación de ofrecer estos servicios. 'Barcelona tiene una oferta correcta de aparcamiento. La motorización, ciertamente, ha crecido mucho. Pero se han tomado las soluciones adecuadas. Estas soluciones hacen que en el centro de la ciudad, la oferta ya sea la suficiente, entre parkings, zona azul, zona verde y libre', opina Díez.
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