Para los de aquí, para la familia, para todos

El festival Grec, presentado ayer, se abrirá este año por primera vez con danza internacional: Sacred monsters, un programa que junta a dos grandes nombres del género, Sylvie Guillem y Akram Khan, que bailarán sendos solos y varias piezas a dúo en una velada que fusiona métodos y culturas (kathak indio y ballet) y promete ser inolvidable (en el anfiteatro, el 26 y el 27 de junio).

Es una clara muestra de la fuerte apuesta por la danza de esta edición -la primera que dirige el argentino Ricardo Szwarcer y que se desarrollará hasta el 5 de agosto-, otra de cuyas grandes propuestas es Moon water, la hechicera mezcla de danza contemporánea, taichi y meditación de la compañía Cloud Gate Dance Theatre de Taiwan (Mercat de les Flors, del 28 al 30 de junio). La compañía brasileña Membros, Eva Yerbabuena, el nuevo trabajo de Maria Rovira -inspirado en las célebres fotos del salto de Nijinski en el psiquiátrico- (6 y 7 de julio en el Mercat), un minifestival de coreógrafos emergentes en el Sant Andreu Teatre (el alcalde Jordi Hereu, que fue regidor del barrio, se congratuló ayer de la inclusión de este espacio en la programación), el festival Dies de Dansa y un laboratorio de creación en La Caldera con el coreógrafo John Jasperse forman parte de la oferta en este campo.

El festival programa 70 espectáculos y pone 151.912 entradas a la venta

En teatro, no demasiado nutrido de nombres internacionales, la programación tiene tres grandes atractivos: El estreno de 2666, de Roberto Bolaño -la obra póstuma del escritor centrada en los sádicos asesinatos en una ciudad mexicana- que han adaptado para escena Àlex Rigola y Pablo Ley y dirige el primero (Lliure, 27 al 30 de junio). La familglia dell'antiquario, de Carlo Goldoni, con dirección de Lluís Pasqual al frente del teatro Stabile del Veneto (Romea, 26 al 29 de julio). Y la doble entrega de Copi del gran actor francoargentino Marcial Di Fonzo Bo, que dirige e intrepreta en el Lliure dos espectáculos de obras del escritor maldito: Los Copi(s) -tres textos, Les poulets n'ont pas de chaises, Loretta Strong (historia de una astronauta violada por una rata, nada menos: así era Copi) y Le frigo, protagonizado por nuestro Ángel Pavlovsky-, y Eva Perón, con Evita muriéndose de cáncer e interpretada por un hombre; del 12 al 15 de julio, el primero (en francés), y 17 y 18 de julio el segundo (en castellano).

Hay otras muchas cosas interesantes de teatro: 4.48 Psicosis, la obra póstuma de Sarah Kane interpretada por la actriz argentina Leonor Manso; Long Life, espectáculo mudo del Nuevo Teatro de Riga protagonizado por cinco ancianos y que examina el mundo del poscomunismo y sus consecuencias; Imperium, el nuevo espectáculo de La Fura dels Baus (Mercat, 20 al 28 de julio); Fedra, en versión de Juan Mayorga, protagonizada por Ana Belén y dirigida por José Carlos Plaza (teatro Grec, 1 al 5 de agosto); King, montaje de Carlota Subirós a partir de la novela de John Berger; el aplazado Conte d'hivern, de Shakespeare, montado por Ferran Madico (Grec, 4 al 7 de julio); El maletí o la importancia de ser algú, de Mark Ravenhill, inspirada en Wilde y que dirige Josep Maria Mestre -puesto en el tema- en el TNC... Una buena noticia es que regresa el festival Inn Motion (CCCB, 5 al 7 de julio).

En el capítulo de música, destacan Laurie Anderson, con su show Homeland, sobre los miedos y obsesiones de EE UU de hoy (Grec, 30 de junio), Vinicio Capossela (plaza del Rei, 16 de julio), Omara Portuondo (Grec, 28 de junio), Lenine (Grec, 10 de julio), Antony & The Johnsons (Grec, 18 de julio) Peter Greenaway actuando como videoDj (Grec, 13 de julio); Michael Nyman (Grec, 16 de julio), el trío Medeski, Martin & Wood con el guitarrista John Scofield (Grec, 8 de julio), el pianista canadiense Gonzales, el percusionista egipcio Hossam Ramzy, Bebo Valdés y su hijo Chucho (Grec, 23 de julio), o Maria del Mar Bonet y Miguel Poveda con el espectáculo que presentaron en Nueva York (Grec, 24 de julio). Habrá flamenco en la plaza del Rei (5 al 26 de julio), con Chicuelo, Sara Flores, Domingo Patricio y Nacho Blanco, y una interesante propuesta shakespeariana, con textos, música y canciones de las obras del bardo, a cargo de Lídia Pujol y el grupo de músic antigua Ariodant (Plaza del Rei, 23 de julio).

En su nueva etapa, marcada por una cartelería abstracta que juega con los colores del crepúsculo estival, el Grec incorpora, además de numeros espectáculos dirigidos a un público joven, teatro infantil, circo y hip hop. En el capítulo del teatro familiar destacan un Romeo i Julieta con marionetas y una gran velada de circo en el Teatre Grec, el 30 de julio.

La programación incluye 70 propuestas artísticas (30 teatrales, 28 musicales y 12 de danza) que se desarrollarán en 19 espacios de toda la ciudad. En total, 318 representaciones y 151.912 entradas a la venta (las más caras, 48 euros, las más baratas, 5). El presupuesto es de 4.400.000 euros. Ricardo Szwarcer, que criticó las programaciones "de política de vitrina" y que no conectan con la creación local, como, dijo, "la del festival de otoño de Madrid", recalcó ayer algunas de las ideas directrices de la nueva etapa del Grec, que empiezan a ponerse en marcha en esta primera edición "de transición". Y detalló: reequilibrio de géneros (más danza), reivindicación del papel del anfiteatro como "buque insignia" del festival, atención al público familiar e infantil, descentralización -"el festival ha de estar presente en toda la ciudad y no concentrarse en Montjuïc"-, innovación sin prejuicio de la popularidad, internacionalismo en los dos sentidos: ventana a lo mejor del extranjero y puerta para la creación local, y búsqueda de un perfil propio de la programación musical (esta edición se apunta una exploración de la relación entre música e imagen en varios de los conciertos).

Szwarcer señaló que el Grec debe tener un cierto aura de excepcionalidad, "como una estrella fugaz en el cielo de verano, esa magia". El concejal de Cultura, Carles Martí, que alabó la labor del nuevo director - "ha cumplido el encargo de sobras", "ha diseñado un festival más internacional que nunca"- recalcó que el festival no está dirigido a los turistas, sino a la gente de Barcelona y de Cataluña. "Ha de ser útil a la cultura y a los ciudadanos de aquí".