"El accidente nuclear refuerza la necesidad de acoger el almacén"

Tras compaginar el cargo de alcalde con su empleo en la central nuclear de Ascó en la que trabaja desde hace 20 años, Rafael Vidal (CiU) se presenta a una segunda legislatura para atar el maná que, a su entender, garantizará la supervivencia del municipio: el almacén de residuos nucleares (ATC) rechazado por tres resoluciones del Parlament. Para reeditar gobierno confía en su buena gestión para aumentar las arcas municipales: 17,4 millones de euros en 2011 para una localidad de 1.600 habitantes.

Pregunta. ¿Será la legislatura de la llegada del ATC al pueblo?

Respuesta. Trabajaremos para que sea así. El Parlament lo rechaza, pero las normas señalan claramente que cada municipio tiene derecho a decidirlo.

P. Usted asegura que 9 de cada 10 vecinos están a favor del ATC pero, al contrario que otras localidades, no les ha consultado. ¿Lo hará?

R. La mejor consulta es el boca oreja: en un pueblo estas cosas se saben. El accidente nuclear de Fukushima refuerza la necesidad del almacén, aportará más seguridad. Sabemos de qué hablamos.

P. No lo consultará.

R. Como los padres con sus hijos, hemos de asumir una responsabilidad. La gente tiene poca cultura nuclear. Alguien debe tomar decisiones con formación e información; si no, vamos mal.

P. El Ayuntamiento organizó varias reuniones informativas, ¿para qué informaron a la gente?

R. La decisión ya está tomada.

P. Esa decisión le ocasionó un expediente de su partido. ¿Un gesto de cara a la galería?

R. Que yo sepa, no han llegado a ninguna conclusión, no sé que pasará. No he vuelto a hablar con Artur Mas del asunto.

P. El ATC dispararía el presupuesto municipal, ya muy elevado. ¿Cómo gestionará tanto dinero?

R. Aquí no habrá recortes pero sufrimos la crisis. El almacén asegurará el futuro del pueblo pero sobre todo de la comarca.

P. Pero ese dinero del Consistorio ¿repercute en los habitantes?

R. Invertiremos en captar empresas y generar empleo. Estamos construyendo 14 pisos de protección oficial para jóvenes, hemos gastado ocho millones en un complejo deportivo, el pueblo tiene una red wifi gratuita...

P. ¿Vale la pena una nuclear ante el riesgo que implica?

R. Lo que ha pasado en Japón demuestra que las nucleares son seguras. Aquí no hay tsunamis ni terremotos de esa magnitud. Y el almacén aumentará esa seguridad.

P. Muchos pensaron lo contrario cuando Ascó sufrió una fuga de partículas radiactivas en 2007. Usted fue más comprensivo que crítico con la actuación de la central.

R. Desde el primer momento el Consejo de Seguridad Nuclear dijo lo mismo que yo: que no había peligro para la población.

P. Pero la nuclear no informó de la fuga; hay cuatro técnicos imputados por ese accidente.

R. Sí, no lo hicieron bien. Un detalle: cuando llegué, la nuclear pagaba tres millones de impuestos. Ahora paga más de 10. Mi candidatura sabe ser más pragmática que no hacer ruido. ¿Qué valor tiene el ruido?