El Sónar estrena película
Sergio Caballero debuta como director con 'Finisterrae'
"Es como una mezcla del arte y ensayo de antes con las películas de Bud Spencer y Terence Hill". Así describe Sergio Caballero, codirector del Sónar, las referencias que dan lugar a su primera película, Finisterrae, inspirada, según reconoce, en una idea original de su hija de seis años. El argumento de esta peculiar road movie es sencillo: dos fantasmas deben hacer el camino de Santiago para convertirse en seres vivos y poder disfrutar de su existencia.
Con un fuerte acento surrealista, el largometraje, como reivindica Caballero, está plagado de toques de humor. Como estos: "¿Sigues yendo al psiquiatra?", le pregunta un fantasma a su compañero. "Y sigo medicándome", le contesta el otro. "No creo en los médicos, lo importante es la alimentación y el deporte", concluye el primero. Los fantasmas, que hablan ruso, por lo que los diálogos se siguen con subtítulos, se dirigen a Santiago de Compostela por parajes del Garraf, de León y de Galicia.
En su itinerario, dice Caballero, "hay tetas, una muerte y un poco de violencia, lo que me dijeron que tiene que haber en una película". También incluye en el filme algunas referencias a su visión de la cultura catalana. Por una parte, la voz y las canciones de Núria Feliu en un bosque encantado; por otra, clips de piezas de videoarte de la década de los ochenta en las que aparece el propio Caballero.
El filme, de 80 minutos, podrá verse a partir del 11 de junio en los cines Renoir Floridablanca de Barcelona y Princesa de Madrid, y también dentro de la programación de Sónar Galicia, que se celebra de forma paralela al de Barcelona (días 17, 18 y 19 de junio).
El método de trabajo de Caballero se basa en "hacerlo todo al revés": primero graba las imágenes en vídeo, después teje el guión y en el último momento piensa en los diálogos. El productor Luis Miñarro destacó el componente "paisajístico" del filme, que le recuerda, dice, " a Turner y sus nieblas".
La génesis de este largometraje se remonta al Sónar de 2009, cuando comenzó a trabajarse en la imagen de la próxima edición con los dos fantasmas deambulando por el recinto nocturno. "Pero la bola creció y decidí hacer la película", afirma Caballero. De ahí, del Sónar, salen los fantasmas para alcanzar la vida en el mar de Finesterre. ¿Tiene algo que ver esta película con El cant dels ocells de Albert Serra? "No, cuanto más cine haya de este tipo, mejor. Lo de dos personas a caballo es una historia antigua, como el Quijote", remachó Caballero.
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