'El Péndulo' del Tibidabo cayó por defectos de instalación y mantenimiento
Una cadena de defectos y errores causó el desplome de El Péndulo, la atracción del parque del Tibidabo que, el pasado verano, se cobró la vida de una joven de 15 años. Así lo detalla el informe pericial solicitado por el juzgado de instrucción número 2 de Barcelona, que investiga el caso. El documento detalla anomalías que van de la instalación del aparato a su mantenimiento, pasando por el diseño del anclaje. La fiscalía prevé pedir la imputación de diversas personas a partir de ese informe.
No hay una única causa que explique el accidente mortal. Hubo errores, para empezar, en las mediciones de los ingenieros, que debían garantizar la estabilidad de la instalación. El montaje de la atracción también acarreó problemas. Y el diseño de los anclajes -que acabaron cediendo- no era el adecuado.
El informe contradice, además, a las empresas que revisaban la atracción. Según esas empresas, hacían controles periódicos -el último, un mes antes del siniestro- que garantizaban su seguridad. La pericial señala que los fallos de El Péndulo no se podían apreciar con esos controles, sino que se requería el uso de rayos X.
Una de las conclusiones del informe es que, pese a tratarse de una instalación relativamente joven -el montaje se hizo en 2006- El Péndulo acumulaba un exceso de desgaste que, debido a los errores reunidos le hicieron ceder.
La fiscalía estudia ahora el informe, hecho por la empresa de certificación Applus, para pedir la imputación de los presuntos responsables de cada uno de esos fallos, que puede afectar a operarios y responsables de distintas empresas.
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