El IEMed potenciará la eurorregión del arco mediterráneo

Ricard Pérez Casado (Valencia, 1945), el nuevo presidente de la comisión delegada del Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), ha recibido el encargo del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de enfocar esta institución en el sentido de reforzar la eurorregión del arco mediterráneo, la que abarcaría las regiones francesas del Languedoc y Midi-Pyrénées, además de Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares.

Pérez Casado, doctor en Historia y licenciado en Ciencias Políticas, fue el primer alcalde democrático de Valencia, en 1979. En 1996 fue nombrado administrador de la Unión Europea (UE) en Mostar (Bosnia-Herzegovina), es miembro del Comité Federal del PSOE y fue diputado en el Congreso durante la pasada legislatura.

Hace un año, el Iemed era uno de los escasos organismos en los que cooperaban tres administraciones de distinto color, el Gobierno central, controlado por el PP; la Generalitat, por CiU, y el Ayuntamiento de Barcelona por PSC-ERC-ICV. Ahora las tres tienen el mismo color político. Heredero del Instituto Catalán del Mediterráneo, que dirigió el escritor Baltasar Porcel, el Iemed se refundó a comienzos de la pasada legislatura para dar entrada al Ministerio de Exteriores y profesionalizar una institución que pretendía convertirse en sede permanente del llamado Proceso de Barcelona, nacido tras la cumbre euromediterránea de 1995.

"En 2005 se cumplirán 10 años de la Declaración de Barcelona, el inicio de lo que se ha bautizado como el Proceso de Barcelona, que pretende crear todo tipo de vínculos entre ambas orillas de este mar primigenio. Creo que es el momento de darle un impulso importante y que ahora sí puede ser posible institucionalizar y dotar de una sede al Proceso de Barcelona", piensa Pérez Casado.

En opinión del que fuera administrador de Mostar, España ha perdido los cuatro años de la última legislatura en lo que se refiere a la política mediterránea. "La disputa con Marruecos ha sido especialmente desgraciada; por otra parte, la ampliación de la Unión Europea hacia el este establece un desequilibrio que perjudica a la cuenca mediterránea, por eso al futuro ministro Miguel Ángel Moratinos le espera recuperar el peso del Mediterráneo", asegura. Pérez Casado confía en Moratinos para impulsar la institución. "Conoce muy bien este proyecto, nos conoce muy bien, y estamos convencidos de que ésta es una idea que se puede impulsar, eso sí, con la complicidad de la sociedad civil", explica.

Su condición de valenciano parece haber sido clave para que Maragall pensara en él para sumar voluntades en torno a a la eurorregión mediterránea, un concepto que no le es nada ajeno al ex administrador de Mostar. "Cataluña y Valencia reciben el 70% de la inmigración procedente del Magreb", explica, "una inmigración que tiene una larga historia, que habría que empezar a buscar entre los pieds-noirs en Alicante, de la que la inmigración económica actual no es más que una continuación".

En cuanto al funcionamiento interno del IEMed, de momento Pérez Casado no piensa introducir grandes cambios; mantiene en la dirección al periodista Andreu Claret y está a la espera de que se configure el nuevo consejo asesor. "Ya se han incorporado los nuevos vocales nombrados por la Generalitat y cuando se forme el Gobierno se nombrará a los vocales del Ministerio de Exteriores. En mayo convocaré al consejo asesor completado y propondré un camino a dos años vista. Ahora tenemos compromisos fuertes con el Fórum: el Encuentro Mundial de las Migraciones, y, en junio, la reunión entre la Unión Europea y Turquía".

El único cambio que ha establecido lo aplica a su cargo. "No tendré dietas, creo que tengo una indemnización anual", indica. Su predecesor, Josep Antoni Duran Lleida, gastó el año pasado 420.000 euros en dietas.