Hereu entierra el hotel del Palau de la Música con Millet en la cárcel

Es indudable que el derecho penal produce efectos inmediatos y prueba de ello es la celeridad con la que ayer actuó el Ayuntamiento de Barcelona. Un día después de que la juez encarcelase a Fèlix Millet y Jordi Montull, el Consistorio enterró de manera definitiva la operación urbanística del hotel del Palau por la que los saqueadores confesos han acabado entre rejas.

El pleno aprobó por unanimidad en la sesión de ayer iniciar los trámites para anular la modificación del Plan General Metropolitano (PGM), que permitía construir el hotel del Palau, encargar una auditoría externa y crear una comisión de investigación. También se acordó reunir toda la documentación en poder del Instituto Municipal de Hacienda sobre la liquidación de la plusvalía de las fincas cedidas en propiedad a la empresa que debía materializar el proyecto, Olivia Hoteles, así como del pago del IBI correspondiente a los ejercicios de 2007 a 2010.

La rapidez de ayer del Ayuntamiento contrasta con su reciente pasividad

Aunque el Ayuntamiento no está personado en la causa que tramita el Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona, toda esa documentación será entregada a la fiscalía y a la juez que investiga el caso por un presunto delito de tráfico de influencias y apropiación indebida. La próxima semana empezarán a testificar los pesos pesados del equipo de gobierno municipal, encabezados por los tenientes de alcalde Ramon Garcia Bragado y Xavier Casas, así como el ex concejal Carles Martí y el gerente de Urbanismo Ramon Massaguer, entre otros. También comparecerá el líder de la oposición municipal, Xavier Trias, y la ex concejal de Ciutat Vella Itziar González cerrará las comparecencias que abrirá el próximo lunes el consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells.

Las decisiones del pleno de ayer partieron de una proposición que presentó ERC, el partido que se opuso al hotel del Palau. El alcalde, Jordi Hereu, destacó la importancia de la unanimidad en las decisiones adoptadas y de dar un mensaje de "transparencia" y "confianza" a la ciudadanía. "El Ayuntamiento de Barcelona trabajó siempre pensando que los antiguos gestores del Palau eran personas honorables", dijo, y recordó que cuando estalló el escándalo del Palau de la Música el Consistorio estaba a punto de conceder la Medalla de Honor de la Ciudad a su antiguo responsable, Fèlix Millet, que ahora duerme en Brians 2. "Traicionaron la confianza del país, de la ciudad y del Ayuntamiento, y por eso ahora acordamos todos iniciar los trámites para anular la modificación del Plan General Metropolitano", dijo Hereu.

La decisión municipal de ayer contrasta con la pasividad con la que ha actuado el Consistorio estos meses ante la denuncia de los vecinos, quienes finalmente acudieron a la fiscalía para denunciar las supuestas irregularidades de la operación urbanística. La justicia les ha dado la razón y ahora queda definitivamente zanjada la posibilidad de construir el hotel en las tres fincas situadas en la calle de Sant Pere més Alt. Otra cosa es cómo acabará la querella que tramita la juez Míriam de Rosa, si la Generalitat se resarcirá del perjuicio de 5,6 millones de euros causado en su patrimonio y la batalla judicial entablada por Olivia Hoteles, la encargada de construir el fallido del hotel.

Mientras tanto, los abogados de los saqueadores confesos pusieron ayer el ventilador en marcha, en una estrategia de defensa de huida hacia delante. El letrado Jordi Pina afirmó que el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el consejero de la vicepresidencia, Josep Lluís Carod Rovira, tuvieron contactos con Millet para que prosperara la operación del hotel del Palau. Ambos lo negaron categóricamente.Salvador Oller, el que fuera responsable de las empresas de buzoneo de CiU, y que trabajó para el Palau de la Música, lo negó todo ante el juez Juli Solaz. En una breve comparecencia en la que ninguna acusación le apretó las clavijas, Oller justificó el cobro de 982.583 euros por parte de las empresas New Letter y Graphic Letter entre los años 2007 y 2009 aludiendo a los elevados costes de algunos de esos trabajos.

El testigo fue la persona que pactó con el saqueador Jordi Montull los trabajos para el Palau. Pero todo fue de viva voz, porque, por extraño que parezca, no firmaron ningún contrato. Oller se justificó diciendo que conocía a Montull desde hacía muchos años de otras empresas y que bastaba con la palabra. Tampoco figuran los presupuestos, porque el sistema informático de esas empresas es tan avanzado que se destruyen cuando se aceptan los trabajos.

A la salida del juzgado, Oller rechazó las acusaciones de ex empleados de esas empresas de buzoneo, quienes han explicado que nunca trabajaron para el Palau de la Música. El testigo dijo que no se podía olvidar que los tres habían sido despedidos, que pertenecen a una misma familia y que desconocían los trabajos que se realizaban.

El fiscal ha pedido al juez que cite a esos testigos y Juli Solaz, inalterable en la tónica que ha mantenido desde el primer momento en la instrucción de esta causa, ha respondido ya que eso será a partir del día 2 de julio. Para entonces, la juez Míriam de Rosa habrá acabado de tomar declaración a 20 testigos en 10 días por la causa del hotel del Palau.