Hereu desmantelará el museo militar del castillo de Montjuïc
El futuro de las colecciones de las salas de la fortaleza no está definido
El museo militar del castillo de Montjuïc será desmantelado por completo. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, fue muy claro ayer: "El museo militar es consecuencia de un decreto franquista que ya no está vigente y por eso mismo el museo militar como tal desaparecerá".
Lo que no dijo es ni cuándo ocurrirá eso, ni qué pasará con las colecciones que alberga en las salas. Son más de 6.000 piezas de múltiples propietarios, empezando por el Ministerio de Defensa -el 32% de los fondos son suyos-, siguiendo por el propio Ayuntamiento -con el 21,5%- y un importante fondo de colecciones privadas que fueron cedidas.
El alcalde dejó entrever que alguna colección -la de titularidad municipal seguro- podría ir a parar a otros museos de la ciudad. Y no fue más concreto Joan Roca, director del Museo de Historia de la ciudad: "Habrá que ver qué encaje pueden tener las piezas". Hereu tampoco precisó si las armas que reposan en las galerías del museo podrían viajar a Toledo, como los cañones de la plaza de Armas trasladados la semana pasada.
Hereu visitó ayer el foso de Santa Eulalia en compañía de Raimon, que el próximo domingo actuará en el castillo, a pocos metros del lugar donde el presidente de la Generalitat Lluís Companys fue fusilado en 1940. "Estoy contento de poder participar en un acto de este tipo y espero que venga mucha gente", afirmó el cantautor. La jornada de puertas abiertas -con múltiples actos festivos por la mañana, incluida una fideuá para 3.000 personas- tiene un carácter simbólico. Quiere dar a entender que la ciudad es la dueña y señora de un castillo que no consigue desprenderse del mal agüero.
Tan simbólica es la jornada que ese día, el domingo, el museo militar estará cerrado y la entrada será libre. En cambio, todo el que quiera pasear por la plaza de armas o ver el panorama desde la azotea de la fortaleza cualquier otro día deberá pagar entrada al museo militar. Y eso será así hasta que no se disuelva jurídicamente el patronato que lo gestiona -herencia de ley franquista- y se cree el consorcio del Centro de la Paz. Será ese consorcio, integrado por las tres administraciones -la central, la Generalitat y el Consistorio-, el que decidirá en qué consistirá el futuro Centro por la Paz y qué objetivos y usos tendrá. El consorcio todavía no se ha creado pese a que ha pasado un año desde la orden ministerial de cesión del castillo a la ciudad. Esta creación podría ser complicada por la falta de acuerdo con la presencia del Ministerio de Defensa como representante de la Administración central. Iniciativa per Catalunya se opone y esa postura también era mantenida por Esquerra Republicana. Ayer, el alcalde dio a entender que en el consorcio deberían participar también el Ministerio de Educación y el de Asuntos Exteriores.
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