La Generalitat cede al chantaje de Ryanair y aumenta las subvenciones
El pulso entre la Generalitat y la compañía de bajo coste irlandesa Ryanair en el aeropuerto de Girona ya tiene ganador: la aerolínea. El Gobierno, que criticó el preacuerdo firmado por el tripartito por considerarlo excesivo y se negó a firmarlo, anunció ayer una propuesta que, lejos de rebajar los términos económicos de ese acuerdo, incluso los mejora. Para tratar de retener a la low cost, la Generalitat le ofrece 7,5 millones de euros y pone terrenos sobre la mesa.
Además de esa cantidad y de cuatro millones de exención en tasas aeroportuarias, el Gobierno, que hace meses tachaba de excesivo el trato, ofrece a Ryanair, para que se quede, la posibilidad de instalar un hangar en el aeropuerto, además de unos terrenos donde construir un hotel y un centro de formación para personal de cabina.Ryanair todavía no ha comunicado si acepta la oferta del Gobierno para quedarse en Girona hasta 2016 que Ricard Font, director general de Transportes y Movilidad de la Generalitat, les hizo llegar ayer. Cabe señalar, sin embargo, que la oferta del tripartito, con el que la irlandesa firmó un preacuerdo antes de las elecciones, se traducía en menos dinero y sí logró seducir a la low cost.
La propuesta del Gobierno de CiU, cuyo elemento central es una subvención de 7,5 millones de euros al año hasta 2016 por captar cuatro millones de pasajeros, incluye además la posibilidad de que si Ryanair transporta más viajeros, crezcan las ayudas. Ni Font ni el delegado del Gobierno catalán en la provincia, Eudald Casadesús, quisieron concretar a cuánto ascenderá el incentivo extra a partir del pasajero cuatro millones. Además, ofrecen a Ryanair terrenos para gestionar un hotel, un centro de formación de tripulantes de cabina y la construcción de un hangar en el aeropuerto, con la justificación de que estos incentivos harán que la compañía arraigue en el territorio y le resultará más difícil en el futuro marcharse de un día para otro.
La pérdida en Girona de un 30% de viajeros en los primeros cinco meses del año, propiciada por el órdago de la aerolínea (que, ante el rechazo de la Generalitat a firmar, decidió eliminar 18 rutas de un plumazo), ha puesto al Gobierno contra las cuerdas, y este ha acabado cediendo a las exigencias de la compañía irlandesa.
La única condición planteada a Ryanair es que recupere las rutas a Madrid y Sevilla, y aumente las frecuencias a los países que envían más turistas a Girona: Alemania, Francia y el Reino Unido. Sin embargo, Casadesús admitió que, dado que la compañía mantiene conflictos con las Administraciones en todos estos países, algunos de los requisitos de la Generalitat serán difíciles de cumplir.
La última propuesta -Font no quiso concretar nada sobre las negociaciones que se han mantenido desde el mes de febrero, cuando Ryanair anunció la retirada de rutas- ha sido refrendada por la Asociación para la Promoción y el Desarrollo de Girona (AGi), que engloba a la Generalitat, la Diputación, el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio. Aunque, según Font, la Diputación doblará su aportación al fondo común, será la Generalitat la que se haga cargo de la mayor parte del desembolso.
Font había tachado de "amenaza inaceptable" la actitud de Ryanair y sus presiones mediante la supresión de rutas. Dijo que si no habían aceptado inicialmente el preacuerdo del tripartito fue porque antes querían asegurarse de la "disponibilidad económica" y diseñar un plan para el "futuro modelo aeroportuario" antes de firmar nada. El modelo del nuevo Gobierno pasa por apostar por el aeropuerto de El Prat como un centro de conexiones internacionales y dejar Girona y Reus como nichos del low cost. Si finalmente la Generalitat y la aerolínea cierran un pacto, el Gobierno deberá decidir si denuncia a Ryanair en relación con el acuerdo vigente, que finaliza este año y que la compañía está incumpliendo, al eliminar vuelos y frecuencias como medida de presión.
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