CiU busca la reválida, el PSC salir a flote

Barcelona es hoy el ring central de unas elecciones municipales a las que el PSC acude en busca de una cataplasma tras su fracaso en las autonómicas y CiU a intentar completar su marcha triunfal. Los dos principales candidatos a hacerse hoy con la alcaldía de Barcelona son Jordi Hereu (PSC) y Xavier Trias (CiU). El primero es alcalde desde 2006 y ha gobernado con Iniciativa y apoyos esporádicos de Esquerra Republicana. Xavier Trias aspira a romper la hegemonía de la izquierda en Barcelona de los últimos 32 años. No ha rechazado pactar con el PP pero reitera que su intención es gobernar en minoría, como lo hace Artur Mas en la Generalitat. Las encuestas se lo ponen difícil, pues su ventaja sobre Hereu es poca y se ha reducido en campaña. CiU podría requerir ayuda de más de un partido para tener una mayoría estable. El PP se ha ofrecido y ERC, ahora diluida en la candidatura Unitat per Barcelona, tampoco descarta un pacto con Trias.

- Un partido en horas bajas. El PSC se juega seguir siendo la primera fuerza municipal. Aunque CiU gana por goleada en número de alcaldes (...) los socialistas gobiernan en casi todas las ciudades grandes. De la jornada de hoy, y en especial de lo que ocurra en Barcelona, Badalona y Girona, dependerá si el PSC es partícipe también del hundimiento que los sondeos le vaticinan al PSOE.

- Reválida a los recortes. Los objetivos de CiU no acaban con colocar a Xavier Trias al frente de Barcelona. Un buen resultado será interpretado por los nacionalistas como un apoyo a las políticas de Artur Mas en la Generalitat, especialmente sus recortes sociales. CiU aspira a recuperar Tarragona y, especialmente, Girona, donde los socialistas gobiernan desde 1979. Los nacionalistas también tienen puesto el ojo en las capitales de comarca donde quedaron desplazados por pactos de la izquierda, singularmente Manresa, Igualada y Ripoll.

- La batalla de la Diputación. La guinda al paseo triunfal que CiU aspira a completar esta noche sería arrebatarle a los socialistas la Diputación de Barcelona, el organismo que gestiona un presupuesto de 661,8 millones de euros y que es clave para que los partidos mejoren su penetración en el territorio a través de las ayudas a los municipios.

- Partidos xenófobos. La xenófoba Plataforma per Catalunya logró en 2007 12.447 votos y 17 concejales en toda Cataluña. Irrumpió con fuerza en Ayuntamientos como Vic, El Vendrell y Manlleu. Ahora se ha propuesto dar el salto a la primera corona metropolitana, además de Salt. El PP le ha arrebatado su mensaje poniendo en el centro de la campaña a su candidato de Badalona, Xavier García Albiol.

- Indignación en las urnas. Nadie se atreve a predecir cómo van a influir las protestas del movimiento 15-M en el resultado. La derecha espera pescar en río revuelto y se acuerdan del 11 de marzo de 2004. La izquierda ha multiplicado los mensajes de apoyo a los indignados. En el punto de mira estarán esta noche las casillas del voto blanco, nulo y de los partidos alternativos que abogan por dejar vacíos los escaños. El voto en blanco fue del 3,11% en Cataluña y del 4,08 en Barcelona.

- Lleida bajo los focos. La capital del Segrià es junto con L'Hospitalet la gran ciudad donde nadie duda de una amplia victoria socialista. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, aspira, según como le vayan hoy las cosas al PSC de Barcelona, a convertirse en el nuevo primer secretario del partido.

- ERC, última oportunidad. Los republicanos lo han intentado todo para corregir hoy el descalabro que sufrieron en las autonómicas, cuando perdieron la mitad de votos. Tras años de luchas cainitas y escisiones se han impuesto las llamadas a la unidad, que en Barcelona se ha traducido en una lista unitaria entre ERC, Reagrupament y el partido de Joan Laporta.

- El PP, ¿eterno secundario? El Partido Popular espera mantener la línea ascendente de las elecciones autonómicas, cuando logró 387.000 votos (12%). En las municipales de 2007 solo obtuvo el 9,8% de los sufragios, 284 concejales y ninguna alcaldía relevante. Badalona es su gran objetivo.

- ICV y los descontentos. Los ecosocialistas esperan recoger parte del voto de los indignados. Pero se darán por satisfechos si mantienen su presencia en Barcelona (cuatro escaños) y recuperan alguna antigua plaza fuerte como Cerdanyola o Sant Feliu.