El Canódromo peligra como el centro de arte de Barcelona

La alarma saltó en la última reunión del consorcio de Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), la primera a la que asistía Artur Mas, presidente de la Generalitat. Cuando tocó hablar del futuro del Canódromo, el futuro Centro de Arte de Barcelona que tendrá como sede este emblemático edificio del barrio de Sant Andreu, Mas aseguró de forma tajante que no era el momento de nuevos proyectos, que se paralizaba y que no había nada más que hablar. A los representantes del Ayuntamiento de Barcelona se le pusieron los pelos de punta. Habían entrado en este proyecto a regañadientes cuando el anterior consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, reclamó su ayuda para solucionar el enfrentamiento con el sector artístico ante el cambio de rumbo del Arts Santa Mónica, y existía el compromiso de un consorcio y de una corresponsabilidad al 50% para poner en marcha un equipamento al que aportaban el edificio y gran parte de la inversión de la rehabilitación.

La preocupación se ha extendido también al sector artístico, que mañana enviará una carta al consejero Ferran Mascarell para pedirle una reunión urgente para hablar del tema. De momento, desde Cultura, temerosa de que el caso se utilice como arma electoral de cara a las municipales, la única declaración oficial es que el tema "aún está pendiente de estudio". El problema, como en todo, son los recortes presupuestarios. Hasta junio o julio no se habrán aprobado los presupuestos de 2011 y con el prorrogado no hay ninguna partida de inversión que pueda destinarse a este centro. Pese a lo dicho por Mas, el futuro del equipamento no se discute, de momento, pero sí los plazos.

Esta es la versión que prefiere el Consell Nacional de la Cultura i les Arts (Conca), el organismo que supervisa este centro y el resto de equipamentos de la red de centros de arte, muchos de ellos también con las obras de sus sedes en suspenso. "En relación a lo que dijo Mas creo que aquí se aplicaría la famosa frase de Romanones: 'cuando digo jamás me refiero, claro está, al momento presente", comenta Francesc Guardans, presidente del Conca. "Lo que hay es un retraso del proceso porque se considera que no es un tema urgente, hay otros, como el presupuesto para las ayudas a los creadores, que tienen que resolverse antes", añade.

Para Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, el problema es la indefinición de la Generalitat al respecto. "Podríamos hablar de un posible retraso, pero de momento no tenemos respuesta sobre el compromiso de futuro y esto es lo más preocupante", indica. "Se ha hecho una inversión muy importante en este centro, unos 3,5 millones municipales a través de los fondos del plan Zapatero y el Conca también ha invertido casi 900.000 euros en las obras y este año debía invertir los poco más de 700.000 euros que faltan para acabarlo. Esta partida intentaremos adelantarla, pero antes tenemos que saber a qué atenernos". El Canódromo, que debía inaugurarse en septiembre, cuenta con un director, elegido en un concurso internacional, que está activo desde hace un año y que cobra 65.000 euros anuales para tirar adelante un proyecto cuyo futuro está en el aire.

El viernes, representantes de las asociaciones de artistas, críticos, galerías independientes y de la red de centros se reunieron para analizar la situación. "Pedimos una reunión urgente con el consejero porque éste es un proyecto muy avanzado que responde a una necesidad real del sector ya que no hay ningún centro de arte en Barcelona. En un momento de crisis, con el Macba centrado en su colección, el Canódromo es muy importante para mantener el ecosistema del arte, más que una feria", señala Florenci Guntín, de la asociación de artistas.